Cuatro mujeres a prisión por el Telar de los Sueños
El aporte era de Bs 1. 1.324 para luego de dos semanas recibir Bs 9.268
Aportar Bs 1.324 y en dos semanas recibir Bs 9.268 era el gancho que utilizaban cuatro mujeres en Sucre para atraer a incautos y ambiciosos jugadores del Telar de los Sueños o también llamado Solidaridad. Financieramente el juego no aguantó, se derrumbó como un castillo de naipes y terminó con sus promotoras en la cárcel.
Ayer, viernes, la jueza 5° de Instrucción en lo Penal de la Capital en suplencia legal del Juzgado 4°, Odalys Serrano, decretó detención preventiva para las mujeres imputadas por el Ministerio Público por el supuesto delito de estafa agravada.
El abogado de las víctimas, Rodrigo López, dijo que las víctimas fueron engañadas en su buena fe con el juego El Telar de los Sueños cambiado a Solidaridad, cuando aceptaron aportar Bs 1.324 con la condición de recibir Bs 9.268 después de dos semanas.
Las cuatro mujeres que recaudaban el dinero juntaban gente para reunirse en un domicilio por inmediaciones de la Facultad de Economía, con el compromiso de entregarles Bs 9.268 al cabo de 15 días, algo que no ocurrió.
En esta trama de estafa están involucradas cuatro mujeres de Sucre, Potosí y Cochabamba, que ahora guardan detención preventiva en la cárcel San Roque.
López manifestó que las víctimas conocidas llegan a 199, aunque se tiene conocimiento que habrían otras 200. La recaudación de dinero acumuló un aproximado de Bs 400 mil que no se saben dónde están.
El abogado de la defensa, Weimar Guzmán, afirmó que esa cifra de víctimas no es real y que lo único cierto es que son 19 personas las que demandaron la devolución de su dinero como consta en documentos.
Dijo que las cuatro imputadas en la misma audiencia ofrecieron devolver los aportes de estas 19 personas de manera inmediata, pero lamentó que las víctimas no aceptaron, incluso, ofrecieron como garantía una movilidad marca Mitsubishi, añadió.
Una de las personas que ingresó al juego y que por el transcurso de dos semanas ofició de recaudador, contó que dejó de cumplir esas funciones porque se dio cuenta de que algo estaba mal. Durante ese tiempo observó que nueve personas recibieron el beneficio prometido, pero la mayoría no. Precisó que para recibir y entregar el dinero había un libro notariado donde se registraba todo.