Decretan 20 años de cárcel para violador de jovencita
El caso se descubrió cuando la víctima de 13 años cambió de conducta
Una persona fue sentenciada a 20 años de cárcel por violar a una adolescente que vivía en un centro de acogida. El agresor se ganó la confianza de toda la comunidad y después cometió el hecho.
El joven de ocupación taxista empezó a relacionarse con el centro de acogida para niños y adolescentes a través de una madre sustituta, de quien era su enamorado.
Su conducta no sólo convenció a la joven madre que tenía a su cargo un “grupo familiar” sino también a la directora del establecimiento y personal de apoyo como la trabajadora social y psicóloga, a quienes cautivó con sus acciones. El hombre se ganó plena confianza y en esa condición también se relacionó con los niños y adolescentes de la familia, refiere la relación de hechos del caso.
El joven se manifestó muy enamorado de su pareja a tal punto que le propuso matrimonio y formalizó su intención pidiendo la mano de su novia a sus familiares.
Un día de 2014, el atento joven organizó una actividad en su casa con el consentimiento de su madre y logró que la familia sustituta de su novia le visitara. En eso, una de las “hijas”, adolescente de 13 años, ingresó a uno de los cuartos a recostarse; allí, el joven fue a verla y aprovechando que estaba sola le hizo toques impúdicos. La muchacha calló.
En otra ocasión, el joven con pretexto de salir a trabajar de taxista, logró que la misma adolescente le acompañara. Después de hacer algún recorrido la llevó a un lugar oscuro y la violó. La víctima volvió a callar.
Transcurrió un tiempo y el sujeto la volvió a agredir. En esa tercera ocasión aprovechó que la familia estaba viendo una película y con el pretexto del frío tomó una frazada y se cubrió con la adolescente. En esas circunstancias, volvió a incurrir en toques impúdicos.
Mientras la muchacha de 13 años soportaba las agresiones sexuales, su carácter fue cambiando. Lo notó la directora del centro de acogida y lo confirmó la psicóloga luego de sostener una conversación con la adolescente que contó todo lo ocurrido.
Antes de que el caso pasara a conocimiento de las autoridades judiciales, la directora organizó una reunión a la que convocó al sujeto, a la trabajadora social, a la madre sustituta y a la psicóloga. Allí le confrontó sobre las agresiones y el sujeto no tuvo más que admitir los hechos señalando que no lo volvería a hacer.
Después presentaron la denuncia y el sospechoso fue aprehendido, puesto ante un juez cautelar que decretó su detención preventiva y en esa condición se defendió hasta escuchar su sentencia.
La presidenta del Tribunal de Juicio del Tribunal de Sentencia N° 2, Fabiola Claros, dijo que los jueces, con los suficientes elementos de convicción de pruebas y testigos, encontraron culpable al acusado, a quien le impusieron una pena de 20 años de prisión a cumplir en el penal San Roque. El sujeto recobrará su libertad en 2034.