Capturan a pandilleros por feminicidio de Lidia
La familia exige justicia porque la joven recién se graduó de Contaduría
La Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) presentó ayer a los cuatro aprehendidos por el caso del feminicidio de Lidia Montesinos Coca, la joven de 22 años que apareció muerta el pasado miércoles en un campo de sembradíos en el municipio de Quillacollo, con signos de agresión sexual.
El "topo" de 21 años, líder de la pandilla "Los Pelkins", el "chuki", de 19, el "Rudy" de 18 y un menor de edad de 17 años apodado el "ñaño", de la agrupación "COD 36", serían los autores de este hecho, de acuerdo con las investigaciones policiales.
El director de la FELCV, Iván Luque, informó que los presuntos implicados usaban el WhatsApp para advertirse e informarse que estaban siendo objeto de investigación. En este contexto, el "topo", estaba preparando su fuga. Tenía todos sus documentos en orden e incluso pasaje comprado. Pretendía ir a España donde reside su madre.
En el caso de los otros integrantes, Luque dijo que "han intentado trasladarse a una provincia alejada, a cuatro o cinco horas de viaje en un afán evasivo de la Justicia".
Los aprehendidos serán remitidos al Ministerio Público.
También se informó que estas cuatro personas tenían una relación de amistad con Lidia, por lo que se descarta que haya sido escogida al azar.
Ella era la única mujer entre tres hermanos, se graduó de la carrera de Contaduría Pública el 22 de diciembre. Su familia celebró el logro de la flamante profesional hace una semana con una fiesta, y ayer participó de su entierro en medio del desconsuelo.
Este sería el primer feminicidio de 2018.
MÁS DETALLES
La tarde del pasado 28 de diciembre, como cualquier día, Lidia salió de su domicilio de la zona de Falsuri –en Quillacollo– rumbo al gimnasio, pero nunca más volvió.
Su cuerpo inerte y abandonado entre los maizales fue hallado por los vecinos de la zona de Calaminas. La joven victimada, era la única mujer entre tres hermanos, se graduó de la carrera de Contaduría Pública el 22 de diciembre, por lo que su familia celebró el logro con una fiesta, y el jueves participó de su entierro en medio del desconsuelo.
“Me la han matado a mi hija una pena, por favor quiero ayuda, pido que se haga justicia”, declaró la madre de Lidia, Celia Coca.
De acuerdo con las primeras pesquisas, en el crimen de Lidia participaron al menos seis personas que serían miembros de una pandilla de la zona.
Calaminas, es zona roja con escasa presencia policial
Calaminas, ubicada al lado norte de Quillacollo, es considerada zona roja por la presencia de pandillas juveniles. Según los vecinos, es un lugar donde existe poco control policial pese a la inseguridad en la zona, poca iluminación y decenas de chicherías.
Ante el último crimen registrado en el sector, el alcalde de ese municipio, Eduardo Mérida, se comprometió a mejorar el alumbrado público.
El fiscal departamental de Cochabamba, Óscar Vera, también señaló que el hecho se investiga como un feminicidio por las características y circunstancias del crimen.
El Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) de Quillacollo acompaña las investigaciones desde el levantamiento del cadáver. “Queremos que se encuentre a los responsables del crimen lo más antes posible”, señaló Aracely Mamani, directora de Igualdad de Oportunidades de la Alcaldía de Quillacollo.
El alcalde Eduardo Mérida, por su parte, comprometió ayuda económica para los gastos funerarios, puso a disposición de la Policía y Fiscalía camionetas y motocicletas, incluso anunció que asistirá a la audiencia cautelar de los aprehendidos para orientar legalmente a la familia, como autoridad y como abogado.