Envían a Palmasola a ex policía acusado de matar a Herrera
Según la Policía, entre el supuesto asesino y la víctima había una relación de negocios
El ex policía paraguayo Freddy Galarza Duarte (31) y su pareja boliviana Katherine Capobianco (45), fueron enviados a la cárcel Palmasola por los delitos de asesinato en grado de autoría del abogado Julio César Herrera, por decisión del juez Sexto de Instrucción en lo Penal, Juan José Subieta, luego de una audiencia con fuerte seguridad policial.
En su declaración realizada ante el juez, Galarza confesó ser el autor del macabro crimen y que se valió de un "martillo y cortapluma" para terminar con la vida del jurista en tan sólo tres minutos, cuando ingresó a su bufete, la tarde del 24 de enero.
"La llamé (a Katherine) desde un punto para decirle lo que pasó", relató, sin rasgos de arrepentimiento del hecho.
El fiscal José Parra manifestó que las investigaciones continuarán ya que hay varias personas vinculadas que prestaron colaboración para mantener prófugo y alimentar al súbdito paraguayo.
"Pagaron el alquiler de la casa, llevaron comida, mantuvieron oculta a esta persona e inclusive le vendaron la cabeza para ocultar su identidad cuando se hizo público su rostro", afirmó.
La autoridad señaló que bajo la confesión de ambos acusados y los elementos de prueba, el juez de la causa valoró y dictaminó que, tanto el ex policía como la abogada Capobianco, fueran enviados a Palmasola.
Más temprano se conoció que Galarza, habló con la red Uno y dio una versión distinta al de la Policía. Habría asegurado que no fue él quien mató al jurista y que existía una deuda de $us 360.000 que el fallecido tenía con su grupo.
Las declaraciones de Galarza no eran oficiales y se filtraron desde las celdas de la FELCC. "Yo no lo maté. Pueden decir que lo hice, pero ellos (la Policía) tienen mis huellas digitales, tienen las imágenes del asesino, que me hagan el peritaje, yo no le disparé al abogado", dijo.
Los familiares del abogado Herrera, tras las detenciones, expresaron su agradecimiento a la Policía y ponderaron la labor persistente para dar con el paradero de los responsables del crimen.