Familia de niña boliviana que dio a luz en España decidirá sobre custodia del bebé
Tiene seis semanas de plazo para confirmar si darán al niño en adopción como inicialmente habría optado
40 minutos pasaban de la medianoche del sábado 3 de febrero cuando las vidas de una familia de inmigrantes bolivianos entraron en barrena: su hija, de 11 años, acababa de dar a luz un niño, cuyo padre era su hermano mayor, de 14 años. No hubo abrazos de felicidad por el alumbramiento en los pasillos del Hospital Virgen de La Arrixaca, en Murcia (España) sólo llantos. Los hermanos habrían venido manteniendo relaciones sexuales, mientras el matrimonio se deslomaba en jornadas maratonianas en el sector agrícola. "Los dos padres son jornaleros, siempre han trabajado en el campo, en almacenes de conserva...", explica la presidenta de una asociación boliviana que conoce a la familia y les ha ofrecido ayuda.
"Debido a las horas de trabajo de los padres, el hermano mayor tiene que cuidar de la pequeña". Todo apunta a que el tiempo que pasaban solos los hermanos fue uno de los factores clave para que su relación pasase del ámbito familiar al sexual.
"He hablado con una psicóloga y me ha dicho que cabe la posibilidad de que la niña se haya enamorado del hermano". La presidenta de la asociación explica que los dos padres «"levan una década en la Región, llegaron de la zona oriental de Bolivia para ganarse la vida", y vuelve a insistir en que esto provocó, en ocasiones, "la ausencia del padre" del domicilio por trabajo durante largos periodos.
De hecho, el Grupo de Menores de la Policía Nacional fue informado de que el progenitor se encontraba trabajando en Francia cuando la niña se quedó encinta, aproximadamente en mayo de 2017, por lo que inicialmente se descarta que hubiese mantenido relaciones con su hija. A pesar de este dato, se está a la espera de los resultados de las pruebas de ADN para descartar el incesto paterno y confirmar la principal hipótesis de los investigadores: ambos menores mantuvieron relaciones consentidas. "Es un caso desafortunado a causa de muchos factores. No quiero juzgar a la familia". Y acierta con tal afirmación porque estas ausencias del domicilio familiar son comunes entre los 15.000 bolivianos que residen en Murcia, Totana, Lorca, Caravaca de la Cruz, Jumilla, Mula y Alcantarilla, y que en su mayoría trabajan en el campo o en la construcción. "Hay violaciones a raíz de dejar a los niños en lugares que no son los adecuados", alerta Jaime Taboada, presidente de la Asociación de Residentes y Agrupaciones Bolivianas de la Región.
No habla en vano, ya que este colectivo está investigando el posible embarazo "de otra menor por parte de un hombre de 35 años". Taboada denuncia que las jornadas agrícolas "draconianas" de la población inmigrante y los bajos salarios que reciben dificultan la conciliación de la vida laboral y familiar. "Se trata de una situación muy preocupante, hay muchas madres que no encuentran dónde dejar a sus hijos, las ludotecas y guarderías deberían ser más económicas porque el dinero les obliga a dejar solos a sus hijos". Esto genera un fenómeno que la ONG Educo define como "los niños de la llave": menores que pasan solos las tardes en su casa porque sus padres están trabajando.
El resultado práctico de este fenómeno ha sido dramático para esta familia de bolivianos, que no se enteró de que la menor estaba embarazada hasta el momento del parto y que se ha visto separada de su hija y su nieto. La Comunidad Autónoma ha asumido la guarda temporal de la niña y la tutela del bebé. El hermano mayor y padre del niño está viviendo con los padres porque sobre él no recaerá medida judicial ni administrativa alguna, ya que cuando mantuvo sexo con su hermana y la dejó embarazada, hace nueve meses, tenía 13 años y, por lo tanto, era inimputable. El clima en casa es el de un velatorio. "Los padres lo único que quieren es que cuanto menos se sepa de ellos, mejor", zanja la Presidenta de la asociación que conoce al matrimonio.
CUENTA ATRÁS
Según ha podido saber el periódico de Murcia, La Verdad, la niña de 11 años y los padres han expresado su voluntad de renunciar a la tutela del bebé. No obstante, desde la Comunidad Autónoma apuntan que la familia dispone de un plazo de seis semanas para autorizar expresamente que el niño sea entregado en adopción.
De momento, el pequeño ha sido separado de la madre y la Comunidad Autónoma, dentro del Programa Canguro, se lo ha entregado a una familia de acogida temporal. "Una menor no puede tener la custodia de otro niño si no cuenta con la asistencia de sus padres u otro adulto que complemente su capacidad", justifica la medida la Comunidad. El bebé podrá permanecer con esa familia un máximo de seis meses y si los abuelos y su madre, finalmente, deciden renunciar a su tutela, la asumirá la Administración regional, como paso intermedio a una adopción definitiva por parte de otra familia.
La niña, por su parte, también se encuentra con una familia de acogida, sin relación de parentesco, dentro del Programa de Acogimiento Familiar Temporal. Con esta familia pasará un máximo de 18 meses. "El acogimiento durará el tiempo imprescindible para garantizar su seguridad". Paralelamente, la menor recibirá atención psicológica específica para víctimas de abusos sexuales dentro del Programa Luz.
EL PARTO CRUZÓ "EL CHARCO"
Las circunstancias extraordinarias de este parto no sólo han causado una honda conmoción en ámbitos sanitarios de la región española sino que han cruzado el 'charco', hasta Bolivia de donde la familia es originaria. Jaime Taboada, presidente de la Asociación de Residentes y Agrupaciones Bolivianas, pide al Gobierno regional más charlas y talleres sobre sexo en los colegios, rebajar el coste de las guarderías y propuestas de ocio para alejar a los menores del consumo de alcohol y de las relaciones sexuales tempranas. "Tenemos problemas porque el consulado no toca estos temas porque es primo del presidente, Evo Morales, y hace lo que quiere", denuncia Taboada.
El aludido, el vicecónsul Omar Salvador Gutiérrez, declina responder qué medidas se han adoptado tras el alumbramiento de la niña. "Es una situación delicada". Y no sólo para la comunidad boliviana, también para la Región en general, porque es la quinta autonomía con la mayor cifra absoluta de niñas en estado, 2.201, según reflejan los datos del INE entre 2006 y 2015.