Servicio sexual se focaliza en domicilios particulares
El trabajo se camufla en habitaciones y departamentos alquilados
SANCIÓN. Un funcionario municipal coloca el precinto de seguridad para clausurar unos de los dos lenocinios encontrados El servicio sexual que se ofrece con más habitación no es otra cosa que el camino que conduce a la proliferación de lenocinios clandestinos en casas particulares en la ciudad. Recientemente dos locales fueron clausurados.
A esa conclusión llegó el responsable Municipal de Espectáculos Públicos de la Alcaldía de Sucre, David Ortega, quien recordó que en la ciudad hay por lo menos unos 40 espacios donde de manera ilegal se ofrece el servicio sexual de señoritas.
Explicó que estos locales son casas particulares que fueron alquiladas por algunas personas que luego contratan a trabajadoras sexuales que ofrecen el servicio con el anuncio de “más habitación”. En algunos casos, el responsable del negocio es una persona ajena a las trabajadoras sexuales; en otras, son las mismas prostitutas, una o dos, que después captan a otras para formar una oferta de más de tres mujeres. Son estas personas las que se encargan de alquilar una casa o un departamento para camuflarlo como vivienda, apuntó.
La oferta del servicio se publica en periódicos o redes sociales señalando un número de teléfono celular y la disponibilidad de habitación. Tras concretar la cita y precisar la dirección, el cliente no hace otra cosa que caer en un prostíbulo clandestino, pues cuando ingresa no sólo se encuentra con una señorita sino con tres o más, de entre quienes debe escoger una.
De hecho, esta forma de operar con el servicio es ilegal, sostuvo Ortega al indicar que la casa o el departamento donde se presta el servicio no tiene licencia de operación, pero fácilmente se camuflan porque pueden establecerse en cualquier lugar de la ciudad.
Sin embargo, eso no es todo, pese a que la atención es en lugares reducidos, una, dos y hasta tres habitaciones, las condiciones de salubridad son “lamentables” con serios riesgos para la salud de los clientes.
En esos lugares no hay música fuerte, juegos de luces y mucha bebida alcohólica como en los lenocinios establecidos, pero sí es posible encontrar un ambiente más “familiar” donde no falta música suave y alguna que otra bebida alcohólica.
El responsable de Espectáculos Públicos de la Alcaldía de Sucre explicó que otra de las causas para que proliferen esta clase de negocios clandestinos se debe al descuido de los propietarios de casas o departamentos que no hacen seguimiento al uso de sus bienes inmuebles.
Cierran dos lenocinios en las zonas del Patria y Surapata
Espectáculos Públicos estimó que en Sucre por lo menos operan unos 40 prostíbulos clandestinos que prestan el servicio de una manera camuflada como si se tratara de habitaciones de señoritas estudiantes. La manera más directa de llegar a ellos es a través de ofertas que incluyen “más habitación”. El viernes dos locales fueron descubiertos y clausurados.
El responsable de Espectáculos Públicos de la Alcaldía de Sucre, David Ortega, informó que el primer local fue ubicado en la calle Gregorio Pacheco zona del Estadio Patria donde fueron encontradas cinco señoritas. En ese lugar, la responsable del negocio era una de las mismas trabajadoras sexuales que alquilaba las habitaciones.
El otro negocio clandestino fue localizado en la calle Rouma de la zona Surapata donde trabajan tres mujeres y el dueño del local era una persona ajena al servicio. Apuntó que todas las mujeres contaban con su carnet de registro sanitario del Servicio Departamental de Salud.
En ambos locales, los funcionarios municipales decomisaron colchones tendidos en el suelo que no cumplían con las condiciones de higiene y precintaron las habitaciones como evidencia de clausura.
Ortega contó que lograron dar con esos locales gracias a las denuncias de algunas personas y al seguimiento que hicieron. Además, manifestó su preocupación porque esta clase de negocios están proliferando en la ciudad en zonas como el Estadio Patria, Mercado Campesino y Villa Bolivariana.
Recomendó que cuando se toma esta clase de servicio por teléfono, lo correcto sería prestar el servicio en moteles y no en casas particulares, pues, en los hechos, esos inmuebles se convierten en prostíbulos clandestinos.
