TSJ: Revilla rechaza que haya “servilismo político”

Para el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), José Antonio Revilla, en el Órgano Judicial no existe “servilismo político” como lo afirmó la Conferencia Episcopal de Bolivia en la CIV Asamblea de Obispos que se realizó la semana pasada.

Aclarando que no es su intención el enfrentarse con otras instituciones del país, Revilla consideró “desatinadas” las declaraciones del presidente de la Confederación Episcopal de Bolivia, Ricardo Centellas, quien dijo la semana pasada que "hace falta superar la práctica de la justicia que responde a intereses económicos y políticos, una justicia politizada que manipula las leyes y los derechos personales y colectivos para absolutizar el poder".

Sin embargo, hizo notar que comparten en parte las declaraciones de Centellas en el sentido que manifestó su preocupación por la situación de los privados de libertad, que no es una responsabilidad del Órgano Judicial sino del Ejecutivo.

“La realidad de las cárceles es un espacio de deshumanización y por supuesto signo de injusticia letal. Tantas expresiones de violencia a la dignidad de las personas: hacinamiento, negociados, corrupción, retardación de procesos, muertes”, sostuvo Centellas al inaugurar la Asamblea de Obispos el 12 de abril en Cochabamba.

Ese mismo día, el representante de los obispos de Bolivia dijo que “no se ha avanzado en reformar la justicia en el país y ésta sigue politizada”.

Esta afirmación no fue del agrado del Presidente del TSJ, quien manifestó que se hicieron avances como la implementación de la gratuidad de la justicia, notificaciones electrónicas y compromisos de nombramientos meritocráticos de nuevas autoridades, aunque admitió que este último punto aún no llega a ejecutarse.

Revilla fue posesionado como magistrado del TSJ el 2 de enero junto a otras altas autoridades del Órgano Judicial en reemplazo de autoridades que en una gestión de seis años no lograron cambios sustanciales en la justicia y fueron blanco de críticas no sólo de la población, sino del propio Gobierno.