La desgracia asfixia a albañil accidentado

Una seguidilla de acontecimientos negativos se cruzó en la vida de Santos Huanca Castillo, el albañil de 34 años que la mañana del miércoles cayó del tercer piso de una construcción y ahora se debate entre la vida y la muerte en terapia intensiva del Hospital Santa Bárbara. Su familia llama a solidarizarse con su tragedia.

Santos es oriundo del municipio de Azurduy, de donde hace un mes trajo a su madre por encontrarse enferma; pese a los esfuerzos médicos, ella continúa con un cuadro delicado. Como su padre no podía quedarse solo en casa, también tuvo que traerlo y hacerse cargo de su cuidado.

Hace poco más de tres años que el albañil se vino a vivir a Sucre con su mujer y sus tres hijos de siete, cinco y dos años. La familia de cinco miembros alquiló una habitación en una casa de la calle Violetas, zona de Alto San Antonio. Su único sustento era el ingreso del padre, que trabaja como albañil, según informaron Norma Urquizu y Gilmar Moscoso, inquilinos de la misma vivienda.

Con la llegada de los padres de Santos, la habitación se compartió entre siete personas, pero, sorpresivamente, hace unos diez días la pareja del albañil abandonó a sus tres hijos y a su esposo.

En medio de estos duros acontecimientos, una deuda bancaria empezó a asfixiar a Santos y, para mayor infortunio, la persona con la que trabajaba no le pagó.

Su situación económica y anímica se tornó desesperante y por eso otro albañil contratista, que vivía en la misma casa, le ofreció trabajo. Aliviado, se sumó a su nuevo empleo después del mediodía del martes y el miércoles continuó con normalidad, contaron sus vecinos Urquizu y Moscoso.

Lo peor ocurrió la mañana del miércoles. Santos cayó del tercer piso de una construcción ubicada en la calle Regimiento Carabineros, cuando se aprestaba a revocar una pared. Fue socorrido por personal prehospitalario e ingresado a Emergencias del Santa Bárbara; de allí lo derivaron a Terapia Intensiva, donde aún permanece. Le diagnosticaron politrauma, trauma encéfalo craneano grave con hundimiento y contusión pulmonar.

Si bien no está solo, falta dinero para pagar su curación. Jóvenes estudiantes que conocen de su desventura manifestaron que su hermana Soledad Huanca lo acompaña en el hospital. Se pudieron cubrir los primeros gastos, pero el dinero se acabó. Soledad hizo lo que pudo para cubrirlos; ella también tiene esposo y dos hijos pequeños.

La situación de desesperación no se vive sólo en el hospital, sino también en la habitación donde están los abuelos e hijos, que preguntan cuándo llegará su papá. Se alimentaban con la compra diaria que dispensaba el padre; ahora, su situación es agobiante.

Los jóvenes Norma y Gilmar están preocupados y por eso piden a la población que se solidarice con la familia de Santos, cuya hermana necesita recursos para cubrir los gastos de curación, además de víveres para la alimentación de los abuelos y los tres niños. Su número de teléfono celular es el 72916067.