Dictan 11 años de cárcel para primo deshonesto
El sospechoso reconoció su culpabilidad y fue a juicio abreviado

El chantaje fue el principal arma que Mario R. S. utilizó para violar las veces que quiso a su primo de 16 años de edad, en el municipio de Poroma. El suplicio de la víctima, que tiene una discapacidad mental moderada, llegó a su fin cuando el pasado lunes un Tribunal sentenció al agresor a 11 años de prisión. Ahora el adolescente deberá recorrer un largo camino para superar el trauma emocional que le dejó su tutor legal.
Las agresiones se remontan al año 2015 cuando el adolescente de entonces 13 años se fue vivir con su primo, luego de que éste lograra la custodia del menor de edad que hasta entonces vivía en Aldeas Infantiles SOS junto con su hermana, dos años mayor que él.
Según el relato del coordinador Departamental del Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima (SEPDAVI) Chuquisaca, Bladimir Bolívar, el adolescente soportó tres años de sufrimiento hasta que en febrero de 2018, se animó a avisar lo que le estaba sucediendo a su hermana. Ella con ayuda de funcionarios de Aldeas Infantiles denunciaron las agresiones y el sospechoso fue aprehendido ese mismo mes.
El agresor que en 2015 tenía 25 años reclamó y ganó la custodia de su primo acogido junto con su hermana en Aldeas Infantiles SOS. Se lo llevó a vivir a Poroma a la casa de su madre. El adolescente tenía 13 años cuando empezó a ser víctima de violación.
Dos semanas después de que empezó una nueva vida en Poroma fue vejado por primera vez. Su primo Mario R.S., lo agredió en estado de ebriedad. Le pagó Bs 100 para que callara. Luego las agresiones fueron repitiéndose una y otra vez a cambio de dinero, y cuando la víctima se negaba apelaba al chantaje.
El agresor recurría a apagar la televisión hasta que el adolescente accedía a sus bajos instintos sexuales. Luego le amenazaba con avisar a Aldeas Infantiles de que se estaba portando mal y le advertía con que iría a parar a un internado.
En su declaración informativa, la víctima contó que el manoseo era constante, incluso delante de la madre del agresor quien no decía nada y sólo se reía.
La última violación ocurrió en agosto de 2017 aunque las insinuaciones y las amenazas continuaron permanentemente. En enero de 2018 logró escapar de la casa de su primo en Poroma y volvió a Sucre, donde pudo encontrarse con su hermana. Durante las dos semanas que permaneció en Sucre recibía llamadas constantes del agresor y sus familiares, quienes le preguntaban insistentemente cuándo regresaría. El miedo a tener que volver a Poroma le asustó más y rápidamente optó por contarle toda la verdad a su hermana.
En su declaración informativa antes las autoridades el adolescente también relató que su primo le pegaba y no le daba comida. En una ocasión, la madre del agresor culpó al adolescente de que su hijo no tenía mujer, desatando la reacción del menor de edad. En represalia su primo y el cuñado de éste le golpearon.
La víctima reveló también que cuando era más pequeño encontró a su primo violando a su hermanastro de 13 años.
Mario R. S. fue detenido en febrero del año pasado, tras lo cual fue enviado a la cárcel con detención preventiva. En septiembre recobró su libertad y se benefició con medidas sustitutivas, pero fugó. No se presentó a cumplir las condiciones establecidas por el juzgado hasta que fue atrapado en la población de Saipina en enero, relató Bolívar.
Desde entonces permaneció como detenido preventivo en la cárcel San Roque. Cuando el juicio estaba a punto de comenzar, el agresor reconoció su culpabilidad y se sometió a un proceso abreviado previo acuerdo con el Ministerio Público.
El Tribunal de Sentencia 2 de la Capital compuesto por los jueces Héctor Andia, Esteban Monzón y Fabiola Claros determinó una condena de 11 años de prisión en la cárcel San Roque.
El Coordinador Departamental del SEPDAVI adelantó que ahora se pedirá la reparación del daño psicológico para la víctima. Se requiere una terapia que ayude a superar los traumas del adolescente que además tiene una discapacidad mental de grado moderado.