Familia de Máximo pide dar con autor de disparo

Familiares de Máximo Loayza que fue baleado la noche del lunes en la calle Sargento Tejerina de la zona del Mercado Campesino exigieron a la Policía celeridad en la investigación, para dar con el autor que provocó la muerte cerebral de la víctima.

Por ahora no hay más luces sobre lo que pudo ocurrir esa noche, pero la familia está segura de una cosa: el comerciante fue disparado a quemarropa y no hay indicios de que hubiese sido un suicidio, como circula en las redes sociales, dijo el hermano de la víctima, Policarpio Loayza.

El estado de salud de la víctima es grave, informó el director del Hospital Santa Bárbara, Enrique Leaño, al recalcar que en vez de mejorar el cuadro se fue agravando. Los familiares conocen que tiene muerte cerebral, corroboró Policarpio.

La noche del lunes, alrededor de las 19:00, el comerciante fue encontrado inconsciente y sangrando en su tienda de la calle Sargento Tejerina. Una persona le había disparado con un revólver en la sien derecha y la bala quedó incrustada en el parietal. Esa noche se le practicó una cirugía pero no se pudo desalojar la bala; tan solo los coágulos de sangre.

Vecinos afirman que estuvo realizando cobros a sus acreedores y antes de ingresar a su tienda, donde se encontraba solo, compró una hamburguesa de una señora que vende al lado de su negocio. Cuando recibió el disparo, solo había dado dos bocados. Nadie escuchó el tiro. Los familiares presumen que se utilizó un arma de fuego con silenciador.

A decir del hermano, llama la atención que unos Bs 2.000 estuvieran desparramados en el piso cuando Máximo fue encontrado inconsciente. Si se trataba de un robo ¿por qué no se llevaron todo el dinero?, cuestionó.

Contó que su hermano y su familia se dedican a la importación de mercadería de Argentina, principalmente harina, desde hace muchos años. No tenía problemas económicos, por lo que no podría tratarse de un ajuste de cuentas, señaló.

Máximo, de 53 años, se debate entre la vida y la muerte en Terapia Intensiva del Hospital Santa Bárbara en medio de una vigilia de familiares, comerciantes y amistades que se solidarizan con su situación.