Tarija, Pando y Beni lideran índices de violencia familiar

En 2018 se registraron 29.293 casos de violencia familiar en el país a un promedio de 1 hecho por cada 107 familias con la mujer como principal víctima de la cultura machista. Los departamentos de Tarija, Pando y Beni, con menor población, son los que registran los índices más elevados del país, según esta relación;  Chuquisaca se ubica en un octavo lugar con un caso por cada 127 familias.

Las estadísticas tienen alarmada a la sociedad y, por ello, este año, en el marco de las políticas de seguridad ciudadana, el Gobierno central decidió elaborar un “plan nacional para la prevención y atención de niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia”.

Para entender mejor las cifras tanto de la Fiscalía General del Estado como del Instituto Nacional de Estadística (INE), CORREO DEL SUR elaboró una tabla comparativa que ubica a Tarija, Pando y Beni como los departamentos con mayores índices de violencia familiar, según una relación entre la cantidad de familias y los casos.

Según el INE, hay 3,6 miembros por familia en Bolivia. Este diario dividió el número de habitantes de cada departamento por ese promedio, para establecer cuántas familias hay en cada una.

A nivel nacional, el promedio de hechos de violencia familiar es de uno por cada 107 familias; en Tarija es de 1 caso por cada 54 familias, en Pando 1 por cada 87 y en Beni 1 por cada 99. En cuarto lugar se sitúa Santa Cruz con una relación de 1 a 100, pero con la particularidad que es el departamento más poblado de Bolivia. Estos cuatro departamentos están por debajo de la media nacional, por lo que considerando el índice de población, son las regiones donde mayor cantidad de casos de violencia familiar suceden.

La parte central de la tabla comparativa está ocupada por Cochabamba con 1 caso por cada 111 familias; Oruro con 1 a 117 y La Paz con 1 a 125, todos por encima del promedio nacional. 

La violencia familiar continúa siendo uno de los principales males, según resumen las autoridades. En varias declaraciones, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, ha calificado la situación de la violencia intrafamiliar en el país como “grave” y admitido que se constituye en el indicador más preocupante en cuanto a inseguridad: 4 de 10 crímenes comienzan con la violencia familiar.

 

 

EPISODIOS

Los episodios de violencia contra la mujer están caracterizados por el consumo de bebidas alcohólicas, en su mayoría, afirma la responsable de Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) de Camargo, Vanessa Gamarra.

En Sucre, la responsable del SLIM, Elizabeth Gandarillas, agrega que las escenas de violencia también ocurren en situaciones en que el agresor está sobrio, pero reaccionan como si se hubieran guardado alguna frustración o reclamo por mucho tiempo. “Hay mucha rabia”, añade Gandarillas.

Una situación “menos preocupante” se presenta en Chuquisaca donde la relación es de 1 caso por cada 127 familias, y en Potosí con 1 caso por cada 141 familias. 

A decir de las responsables del SLIM entrevistadas, independientemente de la incidencia de casos una denuncia siempre debe ser motivo de alarma porque se constituye en una vulneración de derechos. En muchos casos, la violencia familiar se presenta debido a que las personas que agreden vivieron episodios de violencia cuando eran niños y eso suele ser replicado, sostienen.

Cuando se consulta a las mujeres por qué creen que fueron agredidas, es difícil obtener una respuesta, por lo menos de manera inmediata, pues las víctimas entran en un cuadro de crisis en el que no se ubican en el tiempo y espacio, afirma Gandarillas.

La denuncia generalmente se produce cuando la mujer ya no es capaz de aguantar la violencia o cuando toma la difícil decisión de terminar con los cuadros de maltrato recurrente, resume la jueza 3º de Instrucción en lo Penal de la Capital, Ximena Mendizábal.

Sin embargo, muchas veces la primera reacción de denuncia parece ser solo un espejismo porque una gran mayoría de las mujeres desiste del proceso penal, opta por la conciliación u otra salida alternativa. Por 10 casos denunciados, 8 quedan sin efecto debido al desistimiento de las víctimas, apunta la magistrada.

SUBEN LOS CASOS

Las denuncias empezaron a aumentar en los últimos años. En criterio de la titular del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y Violencia Contra la Mujer 2º de la Capital, Odalys Serrano, los casos de violencia familiar no están aumentando, sino que las mujeres están animándose cada vez más a denunciar a sus agresores.

Eso se debe, explica Serrano, a que una gran parte de la población ya conoce sus derechos y quiere hacerlos respetar. Las mujeres saben que la “violencia que antes toleraban y persistía ahora es un delito que se castiga”, apunta.

La Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia Nº 348 fue promulgada el 9 de marzo de 2013 y desde entonces la violencia contra la mujer se castiga como delito específico. A partir de esa fecha, los índices de agresiones aumentaron considerablemente, pero se espera que en algún momento desciendan.

Aquello podría ocurrir en unos cuatro años, a juicio del viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, una vez que se ponga en marcha el plan de seguridad ciudadana para luchar contra la violencia machista especialmente.

Mientras tanto las cifras son alarmantes. La Fiscalía General del Estado reporta 29.293 casos de violencia familiar en 2018, en tanto que el Ministerio de Gobierno añade que cuatro de cada diez delitos recibidos como denuncia están relacionados con la violencia familiar.

Tabla comparativa de casos de violencia familiar

 

Departamento	Habitantes	Familias	Casos	Relación
Tarija	563.342	156.484	2.882	54
Pando	144.099	40.027	458	87
Beni	468.180	130.050	1.314	99
Santa Cruz	3.224.662	895.379	8.918	100
Cochabamba	1.971.523	547.645	4.925	111
Oruro	538.199	149.500	1.273	117
La Paz	2.883.494	800.970	6.401	125
Chuquisaca	626.318	173.977	1.371	127
Potosí	887.497	246.526	1.751	141
TOTAL/PROMEDIO	11.307.314	3.140.558	29.293	107