¿Le arrancó una oreja? Lleva un año en prisión
El hecho ocurrió el sábado 6 de octubre de 2018 en una pelea de jóvenes y adolescentes

Un joven que supuestamente mordió la oreja de un adolescente lleva encarcelado preventivamente un año como sospechoso del hecho que dice no haber cometido. Le acusan de arrancar un pedazo de oreja al menor de edad, pero las huellas de la mordida no coinciden con su dentadura, que no tiene las piezas de la parte superior.
Según la documentación del caso a la que tuvo acceso CORREO DEL SUR, el hecho se remonta a la madrugada del sábado 6 de octubre de 2018, cuando se desató una pelea entre jóvenes y adolescentes en inmediaciones del local Girasoles.
Según testigos, dos personas en una motocicleta chocaron en una pierna a uno de los adolescentes y eso motivó la pelea. Un muchacho de 17 años fue atacado y sufrió un corte en la parte superior del ojo izquierdo y una mordedura en la oreja derecha. Un informe en odontología legal y forense señala que la víctima perdió el 30% del pabellón de su oreja por mordida humana.
La pelea fue entre desconocidos, pero testigos escucharon decir a los amigos del agresor “soltale Jampatu”. A esa pista se sumó otra: los amigos de la víctima identificaron en el agresor una pequeña cicatriz en la nariz.
Esos elementos llevaron a sospechar que el agresor era E.B.A., también conocido como Jampatu y con una cicatriz en la nariz. La Policía lo aprehendió; el Ministerio Público le abrió un proceso penal por lesiones graves y gravísimas, y logró que una jueza ordenara su detención preventiva en la cárcel San Roque, el 12 de octubre de 2018.
Desde un principio, el imputado alegó su inocencia señalando que no había participado del hecho y que esa madrugada estaba en su casa de la zona de Aranjuez.
E.B.A. permaneció como detenido preventivo hasta junio de este año cuando recobró su libertad con un recurso de cesación de detención preventiva, pero dos semanas después regresó a la cárcel a raíz de una apelación.
En julio, una odontóloga realizó un examen pericial a la oreja de la víctima y a la dentadura del supuesto agresor y concluyó que no había compatibilidad. Evidenció que el imputado no tenía los dientes de la parte superior desde hace más de un año, aunque él asegura que no los tenía desde hace tres.
Un informe odontológico forense concluyó que debido a la falta de piezas dentales de la parte superior, “no es posible que una persona pueda seccionar o arrancar la mitad de una oreja por una mordedura de estas condiciones”.
Altura
La defensa del imputado también hizo notar que el adolescente víctima es mucho más alto que el agresor y que en esas condiciones este no pudo haberle mordido la parte superior de la oreja.