Hay menos denuncias pero sigue la agresión

En 2019, los casos de violencia familiar bajaron en un 35% con relación a 2018

AGRESIÓN. Las mujeres siguen siendo víctimas de violencia familiar. AGRESIÓN. Las mujeres siguen siendo víctimas de violencia familiar. Foto: Archivo

Luis Alberto Guevara/CORREO DEL SUR
Seguridad / 16/02/2020 05:03

Pese a que en 2019 los casos de violencia familiar que se atienden en los juzgados con la ley 348 disminuyeron en un 35% en comparación a 2018, se cree que la violencia no ha disminuido, sino que la mujer tiene miedo de denunciar por temor a que su familia quede desprotegida.

Según las estadísticas del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, de los casos atendidos por denuncias de violencia familiar en Sucre desde 2016, la cifra siempre fue ascendente. Ese año se registraron 2.085 procesos; en 2017, 2.810; en 2018, 2.805 casos.

La jueza de Instrucción 2º en lo Penal de la Capital, Cinthia Zambrana, que hasta hace un año atendió casos de violencia familiar, explicó que ante ese comportamiento de las cifras, se solía decir que las denuncias de violencia familiar subieron debido a que las “mujeres nos habíamos concientizado que nadie tiene por qué lastimarnos”.

Recordó que desde que se implementó la Ley 348, en 2013, las féminas fueron aprendiendo que cualquier daño psicológico, físico y económico es violencia.

Dijo que cuando estadísticamente subía el número de denuncias, se explicaba que la mujer conocía que puede denunciar a su maltratador, procesarlo y buscar una condena.

BAJAN CIFRAS DE DENUNCIAS

Las cifras bajaron. Los datos comparativos entre los años 2018 (2.805 casos) y 2019 (1.835) dicen que el índice de procesos que llegaron a instancias judiciales cayó en un 35%.

Zambrana dijo que en realidad las denuncias bajaron “no porque hubiera bajado la violencia contra la violencia contra la mujer” sino porque las mujeres se están dando cuenta que la misma ley los está poniendo en riesgo.

CONTRADICCIONES 

La jueza sostuvo que el Estado protege a la mujer cuando presenta la denuncia, cuando acude a una entrevista psicológica para fundamentar la denuncia y en la audiencia cautelar; incluso le brinda una casa de acogida hasta máximo seis meses. “Ahí termina el papel de los entes del Estado, pero luego se olvida”.

El Estado no hace seguimiento a su caso, no acompaña a la mujer en su empoderamiento económico y, lo que es más importante, no acompaña en su recuperación psicológica y menos la coopera a que encare su nueva vida sin su esposo o concubino, dijo la juez.

EL CASO DE VIVIANA CHIRARI

Como ejemplo evidente puso el caso de Viviana Chirari, de 35 años de edad, que fue asesinada por su esposo el 23 de enero de 2020 en Sucre. Ella denunció varias veces e incluso llegó con dos denuncias a instancias judiciales, pero nadie se ocupó de ella después que dejó las oficinas públicas.

En descargo del sistema se podría decir que fue ella misma quien desistió, pero el Estado no se interesó por su situación llena de episodios de violencia.

Viviana Chirari

El feminicidio de Viviana Chirari en Sucre es un claro ejemplo de que el Estado protege a la víctima mientras esta acuda a sus instituciones, pero cuando retorna a su hogar no tiene ninguna clase de seguimiento para superar la violencia.

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