Daniela, una trans en la cárcel de Sucre, cuenta su triste historia
Le dijo al juez que era mujer, pero él le contestó que ve un varón y no la envió a otro pabellón
Daniela, quien se identifica como “trans”, fue ingresada a la cárcel San Roque con detención preventiva por presuntamente haber golpeado a su abuela. Pasaron cuatro meses y hoy no puede recuperar su libertad.
Negó que hubiera cometido esa agresión y denunció que detrás de esta denuncia está uno de sus tíos, que siempre la cuestionó su condición sexual y que en varias ocasiones la presionó para que cediera a su abuela parte de la casa que ella compró. Recalcó que no tiene antecedentes policiales.
Daniela está recluida en el Pabellón 4 (sección hombres) de la cárcel San Roque desde el 6 de enero, pese que en audiencia le pidió al juez que fuera destinada a la sección de mujeres porque se considera tal.
“Yo le he dicho al juez que soy chica y no hombre, pero el juez me ha dicho que no ve nada de mujer y que yo soy hombre”, dijo Daniela al recalcar que está privada de libertad desde hace cuatro meses por supuestamente haber golpeado a su abuela de 88 años.
Contó que ella fue agredida en octubre del año pasado por su tío, quien le arrojó la llawua en su cara y la golpeó denigrándola “por ser transgénero” y reclamándole que había pegado a su abuela (la madre del tío); sin embargo, ella reconoció que se defendió y le dio una patada a su abuela, aunque no manera intencionada, aclaró.
Como resultado de esa pelea, su tío presentó una denuncia por violencia familiar contra Daniela y la evaluación médica concluyó que la presunta víctima tenía entonces un día de impedimento; además, en la denuncia se consiguió una orden de alejamiento para Daniela no se acercara a la adulta mayor, algo que transgredió cuando llegó a su casa como lo hacía siempre.
LOS INTERESES
Sin embargo, Daniela aclaró que este pleito no solo es por la homofobia del tío hacia su persona sino, además, por una casa que se compró cuando era muy joven (ahora tiene 33 años) y una parte de 200 metros cuadrados le cedió a su abuela, mientras que ella se quedó con 170 metros cuadrados.
Narró que antes de que toda esta pelea derivara en su encarcelamiento, su tío le presionaba de manera permanente para que también le hiciera el traspaso de su parte a la abuela, algo que siempre se negó porque es su única casa y fruto de su trabajo.
COMERCIANTE
Daniela es una persona que desde muy joven trabajó con una caseta propia de ferretería en la calle Man Césped, la que después la regaló a su abuela y ahora tiene otra en la zona de Lajastambo.
Actualmente, ya cumplió los cuatro meses de detención preventiva, pero no puede salir de la cárcel porque le pidieron acreditar su domicilio que, pese a tener, no le sirve de respaldo porque tiene una orden de alejamiento de su abuela, que vive en el mismo.
TOLERANCIA
Daniela cuenta que cuando ingresó a San Roque hizo muchos esfuerzos para que su condición de “trans” no fuera descubierto, pero ahí se encontró con una persona que le conocía y todo se develó. Desde entonces, destacó, siempre se sintió protegida y comprendida por todos los internos.cárcel