Abogado exige resarcimiento para víctimas de Porongo y dice que Nallar legalmente no puede volver a Santa Cruz    

Tras haberse anunciado que Misael Nallar será trasladado del penal de Chonchocoro (La Paz) a Palmasola (Santa Cruz), Joadel Bravo, abogado de las víctimas del triple asesinato dijo que, legalmente no se puede apelar su retorno a la capital cruceña y que ahora urge un resarcimiento civil.

El jurista reconoció que lo que le interesa a la parte afectada es que se cumpla la detención preventiva de esta persona. Añadió que, entiende que la defensa de Nallar argumentó, para el retorno a Santa Cruz, que tienen derecho al juez natural, que establece que se debe juzgar al acusado en el lugar y por las personas que con anterioridad conocieron el caso.

“Quien le diga que puede apelar (el retorno de Nallar a Santa Cruz) desconoce la normativa. No hay poder humano para resistir el retorno. Para nosotros es irrelevante si está detenido aquí o en Chonchocoro. Nosotros estamos abocados al resarcimiento civil, que es lo más importante", manifestó citado por Unitel.

Nallar está detenido por las muertes de dos policías y un voluntario del Gacip en el municipio de Porongo, en Santa Cruz, durante el feriado del Año Nuevo Andino.  

Un día después el hombre fue aprehendido y el viernes pasado la justicia del municipio de La Guardia determinó que Nallar debe cumplir 180 días de detención preventiva en Chonchocoro, donde está actualmente.

No obstante, la defensa del acusado interpuso una acción para el retorno a Palmasola. Se dio curso a la solicitud y ante ello las familias de las víctimas protestaron.

Bravo también remarcó que una niña quedó huérfana y solo quedó con sus abuelos, por lo que insistió en un resarcimiento civil.

Ayer, domingo, familiares de los tres asesinados salieron en protesta en la zona del monumento al Cristo Redentor en la capital cruceña en demanda de justicia.

Asimismo, El Deber reflejó que los reclusos de Palmasola presentaron un voto resolutivo rechazando el traslado de Nallar hasta ese recinto penitenciario por considerarlo un “interno no grato”.