¿Por qué la reducción de feminicidios no es suficiente? La saña de los crímenes preocupa cada vez más

La Fiscalía General del Estado presentó un informe en el que destaca la reducción de casos de feminicidio en Bolivia durante el primer semestre de este año respecto al mismo periodo de 2021.

De enero a junio se anotaron 48 casos, mientras que durante los primeros seis meses de 2021 la cifra llegó a 60.

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“En relación a la gestión pasada, para la fecha 30 de junio, teníamos 60 hechos de feminicidio. Es importante que en esta gestión solo tenemos 48 casos de feminicidio, lo que muestra que se ha rebajado de alguna manera la incidencia de estos hechos; sin embargo, como sociedad debemos seguir trabajando en la concientización a toda la población boliviana, esto para que podamos de manera conjunta, junto a las instituciones preventoras, poder realizar una concientización en los varones especialmente”, afirmó el lunes, en una conferencia de prensa, el director de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida y la Integridad Personal, Sergio Fajardo.

Para la directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer de Bolivia, Tania Sánchez, no es posible realizar la comparación sin tomar en cuenta otros factores.

Para empezar, el Ministerio Público no tomó en cuenta el feminicidio registrado el último fin de semana, apuntó, refiriéndose al violento crimen contra una adolescente en Montero, Santa Cruz.

“Si bien podemos decir que a la fecha hay relativamente menos que el año pasado, la saña, la violencia, la premeditación de los casos que se han visto este año es lo que preocupa (…) Creo que hay que revisar esos datos articulados con las denuncias de violencia contra la mujer”, expresó Sánchez.

El Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer registraba, a mayo, medio centenar de intentos de feminicidio en Bolivia.

De hecho, según datos de la misma Fiscalía, hasta el 31 de marzo, hubo 50 intentos de feminicidios en Bolivia, mientras que en el primer trimestre de 2021 hubo 35 tentativas, es decir, hubo un incremento del 43% solo en los primeros tres meses.

El informe semestral presentado el lunes no incluyó la cifra de intentos de feminicidios.

La activista del colectivo Mujer de Plata Evelyn Callarpino pidió no solamente ver números y coincidió en que “cada vez los feminicidios son con más saña”.

“El Estado enumera las víctimas como si fueran cosas y no toma en cuenta lo que hay detrás de un feminicidio. Detrás de un feminicidio existe una vida frustrada, una familia rota, totalmente afectada (…) no solamente representa una herida para la familia de la víctima, sino para la sociedad”, manifestó.

El feminicidio es el último escalón de la violencia contra la mujer. Bolivia tiene una de las tasas más altas de feminicidios en la región con relación a su población.