Jueces de Chuquisaca denuncian que los altos tribunales de justicia están corroídos por la influencia política
Se pronunciaron este jueves luego de la renuncia de Marvin Molina a la presidencia del Consejo de la Magistratura

Los jueces de Chuquisaca denunciaron que los altos tribunales de justicia del país están "corroídos" por la influencia política y así los jueces, que demandan la ilegalidad de una convocatoria, o los propios ciudadanos bolivianos contraten al mejor abogado, sus peticiones jamás serán atendidas porque los altos jueces están parcializados.
Así se pronunciaron los jueces de Chuquisaca que, este jueves, en una conferencia de prensa se ratificaron en exigir la renuncia al cargo del consejero Marvin Molina, después que el miércoles dimitiera a la presidencia de esta institución.
"En este país no se puede investigar a nadie sin la venía del poder político, en este momento los fallos y resoluciones están siendo torcidos por intereses subalternos", dijo el juez Marcelo Barrios, afiliado a la Asociación de Magistrados de Bolivia (Amabol).
Recordó que los jueces denominados transitorios, plantearon cuatro acciones de amparo, pero por la presión política las resoluciones no les dan la razón pese a haber vulneración de derechos en la convocatoria interna del Consejo para incluirlos en la carrera judicial.
"Los altos tribunales están corroídos por la influencia política, así consigamos al mejor abogado para hacer nuestras peticiones, y lo mismo les sucede a los bolivianos, jamás van hallar eco en jueces parcializados. Da lo mismo para un juez estar coludido con un narcotraficante, con un estafador o con un ladrón que estar coludido con un político, porque ambos van a ejercer influencia sobre sus decisiones", remarcó.
Barrios, respaldado por varios de sus colegas, dijo que los jueces de Chuquisaca están firmes en el propósito de cambiar esta situación, porque no solo se trata de defender su fuente laboral y el sustento de sus familias, sino también de darle a la sociedad boliviana la posibilidad de una solución al problema álgido de la justicia. "La solución es simple: necesitamos más jueces, menos políticos" enfatizó.