Denuncian daños a una bebé y un periodista, además de robos en enfrentamientos del Plan 3.000
Así quedó uno de los vehículos estacionado en la vía pública mientras se daban los enfrentamientos. Foto: UNITEL Vecinos del Plan 3.000 en Santa Cruz de la Sierra denunciaron graves daños en viviendas y vehículos tras los enfrentamientos registrados entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, en medio del paro cívico. Se ratificó el daño con gas lacrimógeno a una bebé y a un periodista.
Según información de Unitel, uno de los vecinos que vive a 150 metros del Obelisco denunció que forzaron el ingreso a su comercio y le robaron una televisión y varias bicicletas, además de destruir los materiales que tenía adentro.
“Esto es un robo y allanamiento a la propiedad privada. Cómo se puede invertir así”, cuestionó y descartó sentar una denuncia, pues considera que es un proceso costoso que no le devolverá lo robado.
Se informa de otros cinco comercios que también sufrieron daños en sus puertas.
Además, los cristales de un edificio fueron quebrados y lo mismo ocurrió con los vidrios de un vehículo que estaba en la calle.
Los enfrentamientos se dieron en el bando que se opone al paro cívico indefinido en Santa Cruz y quienes exigen Censo en 2023. La Policía terminó gasificando para dispersar, pero varios inocentes resultaron afectados.
Bebé gasificada
Este jueves se ratificó que una bebé fue dañada por los gases lacrimógenos que lanzaron efectivos antidisturbios.
De acuerdo con el relato de la madre de la criatura, la Policía disparó una granada de gas contra la cuña de su bebé, cuando la nena estaba durmiendo. Se conoce que es atendida en un hospital del Plan 3.000 y está estable.
Periodista agredido
Una vez más, la Policía agredió a los trabajadores de la prensa. Anoche fue el turno de un periodista de Unitel que cubría la nota de la bebé gasificada.
El mismo medio informa que los efectivos policiales dispararon directamente contra el cuerpo del comunicador. Cuando el periodista encendió las luces de su cámara para que los agentes tengan cuidado, los uniformados respondieron con gases.
El impacto de la granada de gas reventó uno de los dedos del periodista y dañó su teléfono, una de sus herramientas de trabajo. Recibió atención médica y está fuera de peligro.
