Niña arrastrada por riada recibe cristiana sepultura
Al mediodía de ayer, miércoles, luego de tres días de su desaparición, el cuerpo de Amelia, la niña de dos años y siete meses que junto a sus progenitores fue arrastrada por la furia del agua del río Quirpini la madrugada del 1 de enero, fue sepultado ayer
Al mediodía de ayer, miércoles, luego de tres días de su desaparición, el cuerpo de Amelia, la niña de dos años y siete meses que junto a sus progenitores fue arrastrada por la furia del agua del río Quirpini la madrugada del 1 de enero, fue sepultado ayer, junto a la tumba de su madre en el cementerio de Suquistaca del municipio de Camargo.
En medio de escenas desgarradoras, familiares de Félix Arias, su padre, y Sayra Ochoa, su madre, le dieron el último adiós a Amelia, la pequeña que hasta antes de aquella fatídica hora, era la alegría de esta familia en formación, que incluso decidió ponerle una pausa a sus estudios universitarios para dedicarse a la agricultura en la región cinteña con el propósito de regalarle mejores días en los primeros años de vida de su primogénita.
Pero el destino se les cruzó abruptamente la madrugada del pasado domingo, cuando la fuerza de la riada arrastró a una camioneta Nissan modelo Atlas con tres personas a bordo: Félix de 27 años de edad, Saira de 26 y Amelia, hija de ambos. Los cuerpos de los progenitores fueron encontrados ese mismo día y enterrados el, lunes, mientras que el cuerpo de la pequeña recién fue localizado un día después en el sector de Sastreros, cerca de la población de Camargo.
Tras el hallazgo, el cuerpo fue trasladado a la comunidad de Quirpini, donde yacen los restos de su padre para ser velados durante toda la noche, antes de transportarla a Suquistaca, donde la sepultaron al lado de la tumba de su madre, en medio del llanto inconsolable de las familias que en menos de una semana tuvieron que despedir a tres de sus integrantes.