Impunidad reina en 100% de casos de abuso policial

De acuerdo a activistas de derechos humanos, no existe antecedentes de sentencia penal en contra de policías que hayan cometido abuso de autoridad en manifestaciones callejeras. 

Si bien hay denuncias de organizaciones de derechos humanos y hasta de la Defensoría del Pueblo, en gestiones pasadas, ningún proceso contra policías llegó a un resultado favorable debido a que la institución Verde Olivo obstaculiza la investigación y hace prevalecer la impunidad.

Los recientes casos vandálicos realizados por la policía en la ciudad de Santa Cruz con los disparos a quemarropa a manifestantes y periodistas, quema de propiedad privada, quema de motocicletas, destrozo planificado de luminarias, entre otros, así como la siembra de pruebas y actos de tortura reiterativos, muestran que no hay temor a ser sancionados.

“Históricamente no existe ningún avance o un proceso terminado sobre algún policía con grado o sin grado que haya llegado a sentencia por los actos de uso y abuso de autoridad”, dijo a ANF el activista de Derechos Humanos de El Alto, David Inca Apaza.

El subcomandante de la policía de Santa Cruz, coronel Edson Claure, se comprometió a iniciar las investigaciones ante la clara evidencia y gran cantidad de videos que muestran a efectivos policiales quebrantando la ley y realizando actos vandálicos. 

Sin embargo, el modus operandi de la policía en estos casos, y en otros donde están implicados, señaló Inca, es evitar que se identifique al responsable del hecho y que los tiempos procesales corran, en un proceso de encubrimiento del delito, hasta que la investigación, que la realiza la misma policía, se cierre sin lograr ningún avance.

“Queda en la nebulosa el hecho de identificar concretamente al que ha actuado y al único que tienes ahí para denunciar es al comandante, entonces frente a eso lo único que va a quedar es una investigación abierta con autores por identificar y sin posibilidades de ningún resultado”, apuntó.

Las veces que ha ocurrido abuso policial nunca se llegó a identificar a los responsables por la política de encubrimiento que aplica la policía.