Robos de celulares: Plantean cámaras para torres de control
Los antisociales, en Sucre, siguen operando en los mercados Campesino y Central

Los robos de teléfonos celulares en inmediaciones de los mercados Campesino y Central se repiten día tras día y la lucha contra los delincuentes resulta complicada para la Policía, más si los malvivientes operan en grandes concentraciones de gente.
El año pasado se instalaron torres de control, pero estas solo tienen un carácter disuasorio, por lo que urge instalar otro tipo de torres con cámaras de seguridad, cuyas imágenes, además, ayuden a confrontar a los ladrones en los procesos judiciales.
TORRES CON CÁMARAS
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Chuquisaca, coronel José Luis Arancibia, explica a CORREO DEL SUR que las cuatro torres de control instaladas el año pasado en Sucre (dos en el mercado Central y dos en el Campesino) tienen como función la disuasión, por cuanto los efectivos policiales hacen vigilancia en determinado tiempo y no de manera permanente.
Esto quiere decir que si el antisocial observa la presencia de un policía en la torre, no se animará a cometer un robo en esa zona; pero, cuando observa que está lejos del alcance de la vigilancia policial, es posible que ataque.
Desde el punto de vista técnico, la autoridad policial señala que el campo visual del policía, en posición de vigilancia en la torre, apenas llega a los 50 metros.
En este marco, Arancibia dice que lo más práctico es pensar en colocar cámaras de videovigilancia en torres más altas, para que el control sea permanente y a mayor distancia.
ZONAS ROJAS
Uno de los problemas más recurrentes en las calles de Sucre es el robo de teléfonos celulares y los especialistas en este tipo de ataques generalmente operan en sitios con mucha concurrencia de gente. En la capital, según el jefe policial, estos lugares son: los mercados Campesino y Central y la zona de Villa Armonía, aunque este sector se caracteriza por no tener tanta presencia de personas.
En tal sentido, Arancibia sugiere que en inmediaciones del mercado Campesino se coloquen cámaras de seguridad en las calles Emilio Hochman, J. Prudencio Bustillos, Nataniel Aguirre y Ostria Reyes, mientras que por el mercado Central en las calles Junín y Ravelo, es decir, las cuadras donde hay mayor circulación de gente.
El Director Departamental de la Felcc explica que los celulares son atractivos para los ladrones, pues, al hacerse de ellos, consideran tener asegurada su ganancia del día. Lo venden a precios que oscilan entre los 200 y los 300 bolivianos.
Una advertencia a tomar en cuenta: estos malhechores no operan solos, sino que lo hacen entre dos o tres.
INSUFICIENTES
El director departamental de la Felcc de Chuquisaca, coronel José Luis Arancibia, informó que esa unidad especializada trabaja con 66 uniformados que se encargan de investigar y de combatir la criminalidad. Sostiene que ese número es insuficiente. Anualmente, cada investigador maneja entre 200 y 300 casos.
Sin testigos, sin procesos, pero…
A la hora de la investigación de los casos de robos de teléfonos celulares se necesitan testigos y, en ese sentido, la mayoría prefiere no involucrarse, según el director departamental de la Felcc de Chuquisaca, coronel José Luis Arancibia.
“Es un proceso que tarda, que necesita testigos y la gente, la verdad, no quiere ser testigo, no quiere estar en estos problemas”, dice a CORREO DEL SUR.
También revela que algunas veces, cuando son atrapados infraganti por la propia víctima o por peatones, antes de ser llevados ante las autoridades, los ladrones concilian con el agredido devolviéndole lo robado y después siguen en libertad, sin ningún proceso en su contra.
Esto se debe a que la víctima ya no quiere oficializar la denuncia y menos seguir un juicio, porque “es un proceso que tarda, que necesita testigos y la gente, la verdad, no quiere ser testigo, no quiere estar en estos problemas. Muchas veces siente temor de que puedan ser víctimas nuevamente de estos delincuentes”, agrega Arancibia.
Sin el principal testigo, el Ministerio Público difícilmente abre una causa. Sin embargo, esto puede cambiar y llevar tras a las rejas a los delincuentes, si los videos de las cámaras de seguridad registran los ataques. Así, la Fiscalía podría contar con un elemento relevante de prueba, sostener su acusación y no necesitar de la víctima, finaliza la autoridad.