El abogado que litiga con custodio al lado y dice estar “cómodo”

Jhasmani Torrico, conocido como el “abogado torturador”, no se muestra arrepentido por su actuación dentro de un caso de cobro de deuda en el que utilizó la presión física y psicológica para exigir la devolución de un dinero prestado.

Con un custodio policial que no se despega de su lado, en estos días defiende en un juicio oral, en Sucre, al líder de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), Yassir Molina, por el pintarrajeado de paredes de la Fiscalía General del Estado.

Cuando se le pregunta por qué caso está con custodia policial, responde: “Ahora en lo que ha causado tanta polémica, en agredir a una persona por cobrar unos dineros. Sobre esa situación, lo voy a decir una y otra vez, y lo voy a repetir públicamente: la persona que se presta dinero, que pague. No sean sinvergüenzas, hay sinvergüenzas que se prestan dinero y se adueñan de dineros ajenos haciendo sufrir a la gente, (peor) que verdaderos delincuentes en la cárcel”.

Torrico atiende a los periodistas durante un cuarto intermedio del juicio oral contra miembros de la RJC, en los pasillos del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca.

TRABAJA CON CUSTODIO

Vino desde Cochabamba y, cumpliendo una medida cautelar de detención domiciliaria con derecho al trabajo, asiste a las audiencias con vigilancia de un custodio policial. Él dice que en aquella ciudad le iniciaron 10 procesos, pero logró ganar en siete. Tiene sentencias condenatorias en apelación.

Torrico se muestra aparentemente seguro de lo que dice y hace. En agosto de 2022, llegó a una de las audiencias en limosina.

Viste normalmente con ropa negra. El abogado sostiene que todos sus movimientos cuentan con autorización judicial: “Yo no puedo separarme de las determinaciones judiciales porque soy respetuoso de la norma, porque soy abogado”.

“No me afecta el hecho de estar con custodio, porque me parece un mecanismo adecuado para que vean cómo realmente me desenvuelvo”, complementa.

“NO TENGO APURO”

Consultado sobre cuándo se definirá su situación jurídica y si dejará de tener medidas cautelares, contesta:

“No tengo apuro de levantar la medida, yo me siento cómodo con la medida, me siento muy cómodo con mi custodio policial y el servicio que brinda la Policía con relación a mis casos y a mi persona”.

El también denominado “abogánster” cuestionó a la Justicia y al Ministerio Público: “Lo que tiene que llamar poderosamente la atención es el hecho de que se tenga que mover todo el aparato judicial, todo el aparato fiscal para tratar de lograr una sentencia en contra de un solo ciudadano y, aunque le pongan todo el empeño, toda la logística, realmente lleguemos a nada. No porque se haya cometido delito o la defensa haya sido buena, sino simplemente porque hay procesos que realmente no vale la pena investigar porque son situaciones muy personales de algunas autoridades que se creen dueñas del cargo, dueños de la absoluta verdad; te meten proceso por todo y por nada, como este caso, se ha grafiteado la pared (de la Fiscalía General) y quieren 20 años”.

“DIBUJO LIBRE”

Torrico sugiere a los jueces hacer mayor control y fiscalización al trabajo de algunos fiscales que hacen “dibujo libre” en las imputaciones y acusaciones:

“Pido a las autoridades judiciales, que en su mayoría son todos muy probos, dejen de consentir el desempeño lastimoso que tienen algunas autoridades fiscales; o sea, sucede un hurto, califican por robo; agarran abuso sexual o estupro y califican por violación… Entonces, es más de los jueces que tiene que partir el hecho de normar y disciplinar los pronunciamientos de algunas autoridades fiscales que se escudan en decir que la imputación es provisional en su pronunciamiento, pero no puede ser discrecional y arbitrario”.

OBSTRUCCIÓN

Jhasmani Torrico

Abogado defensor

“Ellos (algunos fiscales) imputan por lo que quieren y por la cantidad de delitos que quieren; como en este caso de Yassir Molina (líder de la Resistencia Juvenil Cochala), que me han acusado por siete delitos y hasta ahora seguimos hablando de supuesta privación de libertad y obstrucción al trabajo”.