Hacinadas y tendidas en el suelo: Así viven las presidiarias en Sucre
Hay 50 privadas de libertad y en medio de ellas, cuatro niños; tres están en camino
En la cárcel San Roque, de Sucre, 50 mujeres privadas de libertad viven hacinadas en 12 pequeños ambientes y, en medio de ellas, están cuatro niños y tres vienen en camino. No tienen catres y las recién ingresadas deben acomodarse en el suelo de los talleres de costura y tejido, incluso en la lavandería.
Son mujeres que, en su mayoría, guarda detención preventiva. Mientras esperan completar sus penas o que se aclare su situación jurídica, ellas requieren generan ingresos para ayudar a sus familias, pues varias son madres, hermanas e hijas que necesitan ayudar en la economía de sus hogares. Pero, sobre todo, requieren autosustentarse.
DE DOS POR DOS
CORREO DEL SUR visitó el pabellón Mujeres de la cárcel San Roque y observó que las celdas son de 2 por 2 metros y que allí viven dos y hasta tres reclusas, generalmente, las más antiguas.
La delegada de este sector, Nelly Llanos, dice que si la solidaridad de la sociedad se patentizara en catreras o camas de dos pisos, podrían ingresar más personas en las celdas y esto evitaría que algunas privadas de libertad tuvieran que dormir en el piso, como ocurre actualmente. Apunta que también se necesitan colchones.
EN EL SUELO
Efectivamente, algunas duermen en el suelo, especialmente las nuevas que primero deben compartir las habitaciones comunes que se habilitaron en los talleres de tejido y costura, incluso en la lavandería. “Donde lavan las ropas, ahí también están viviendo porque estamos hartitos, no alcanza la habitación”, dice Llanos.
En estos ambientes, varias internas habilitaron sus camas con catres improvisados de bancas, sillas o taburetes, para evitar el frío del piso o el agua en esta temporada de lluvias.
¿El agua? Sí. Resulta que los techos de estas habitaciones, que en el día se utilizan como talleres y en la noche como dormitorios, tienen grietas por donde penetra el agua, humedece el piso e impide una noche de sueño.
SIN DINERO
Nelly informa a este periódico que son 50 las mujeres privadas de libertad actualmente y que algunas no tienen dinero, porque sus familiares residen fuera de Sucre o, lisa y llanamente, han sido olvidadas. “Algunos que no son de aquí, son de otros apartamentos, no tienen un peso para poder ayudarse”, recalca.
“Yo de donde no hay busco ayuda para poder darle(s) cepillo, Kolinos (dentífrico), papel higiénico”, agrega al señalar que, también por falta de dinero, estas personas no pueden agilizar sus casos en la justicia.
“Es una pena, de verdad. Como Delegada, me siento muy triste por no poder hacer mucho. Si de mí dependería, yo sé que puedo hacer muchas cosas por ellas, pero no es así”, lamenta Nelly.
En ese sentido, insta a la población de Sucre a que tome el servicio de las privadas de libertad contratándolas para el lavado de ropa, por ejemplo. Si usted está interesado, el costo por 12 piezas de ropa es de Bs 10.
OFERTA DE SERVICIOS
Asimismo, hay mujeres que realizan trabajos en lana o costura, a precios que varían entre 15 y 30 bolivianos, dependiendo del ovillo o de la prenda a confeccionar.
“Se realiza al pedido de la gente, se hace al gusto que quieran la prendita. A la fecha y al día se lo entrega”, ofrece y pide “por favor” la Delegada del Pabellón Mujeres en San Roque.
Sin embargo, aclara que la gente no las deja solas: “Gracias a Dios no nos falta la ayuda de la población chuquisaqueña, siempre nos ha colaborado con una cosita, otra cosita nos manda”.
NIÑOS
En este pabellón también viven niños. En total son cuatro y todos tienen meses de vida, mientras que otras tres mujeres están embarazadas y próximas a dar a luz.
“Ya vamos a tener siete hijos también. Quisiera pedirles colaboración con pañalcito, lechecita para esas personas porque, como le dije, aquí no hay ingreso (de dinero) para poder ayudarles a esas personas que, de verdad, es una pena”, manifiesta Nelly.
AMPLIACIÓN
El penal San Roque de Sucre tiene más de 600 reclusos en sus cuatro pabellones, tres de varones y uno de mujeres. Esperan el apoyo de la Gobernación de Chuquisaca y la Alcaldía de Sucre para un proyecto de ampliación.