Por cada diez casos denunciados seis son de violencia psicológica
Psicóloga explica algunas causas y las consecuencias de estos hechos en las víctimas

Cada vez son más los casos de violencia psicológica que se registran en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) de Sucre. Por las atenciones de los últimos meses en esa repartición policial, se estima que, de 10 denuncias por violencia, 4 corresponden a la variante física y 6 a la psicológica.
El dato es proporcionado a CORREO DEL SUR por la suboficial segundo de la Felcv de Chuquisaca, Dayana Martínez, quien hace hincapié en que la violencia psicológica es la que más marca a las mujeres, incluyendo a las funcionarias policiales.
“DESECHAS, DEPRIMIDAS”
La fuente de este periódico cuenta que en su trabajo cotidiano observó que las mujeres víctimas de violencia llegan a la Felcv “desechas, deprimidas, tristes, llorando porque muchas veces no encuentran un desahogo en su pareja o familiar”.
Esta situación de soledad hace que a veces “se abran con nosotras, nos cuentan todo lo que están viviendo. Y para ellas también es un desahogo hablar o sacar todo lo que les está reprimiendo”, agrega.
Enfatiza en que, por lo general, las mujeres víctimas de violencia, sin distinción alguna, llegan a la Felcv solas.
“La violencia psicológica no se ve, no se palpa, no hay lesiones. Es una de las peores, una de las que marca en la vida, en el alma, en el corazón porque en realidad los gritos, los insultos, eso jamás se va a borrar, es como una taza rota que nunca más la vamos a llegar a componer”, describe la funcionaria policial.
LAS CAUSAS
La psicóloga Gianina Irusta explica a este diario que las denuncias de casos de violencia psicológica pueden deberse a los efectos de la pandemia, pues “hemos tenido muchos factores que han desestabilizado, a nivel global, toda la parte económica, social en las mujeres”.
Recuerda que, probablemente, “las mujeres propiciaban un porcentaje importante de ingresos para la familia y esto se ha venido abajo”.
“Esto, de alguna manera, ha afectado la salud mental de las personas. La incertidumbre, el no poder ver realizado sus objetivos, sus anhelos, el no poder concretar necesidades básicas, incluso para ellos mismos, menos para las familias, ha enervado, exacerbado el control de las emociones”, fundamenta Irusta.
La suboficial Martínez insiste, por su lado, en que la violencia psicológica es la que se denuncia más en Chuquisaca. “Pero, a veces, no le damos la importancia necesaria”.
DAÑOS
Según la psicóloga consultada por CORREO DEL SUR, con este tipo de violencia se busca “menoscabar la seguridad, la confianza, la autoestima de la persona”.
Sin embargo, dice que, cuando se denuncia esta clase de delitos, “hablamos de violencia psicológica, sobre todo, de un residuo de violencia que es conjunta, que no se puede separar de una violencia física, sexual, económica”.
“Estos tipos de violencias siempre están atados a un tema de violencia psicológica”, complementa.
Por eso, insiste Irusta, no se puede separar la violencia psicológica de la física. “Ambas son realmente devastadoras porque es un ejercicio de poder de una persona contra otra, cualquiera fuera la diferencia hombre, mujer, niño, adulto mayor”.
TEMOR
Tanto la violencia física como la psicológica conllevan la vulneración de las víctimas en el sentido de la pérdida de seguridad y de la confianza en sí mismas, genera baja autoestima y hace que las personas atacadas se sientan vacías, superadas y con temor a que vuelva a pasar, más si hay dependencia económica o emocional, explica la psicóloga Gianina Irusta.