Condenan a 30 años de cárcel al asesino de Marco Jiménez
Las imágenes de las cámaras se seguridad fueron concluyentes para esclarecer el caso
PROCESO. Los jueces del Tribunal de Sentencia 3 de Sucre que llevaron adelante el juicio. Foto: Correo del Sur La reconstrucción del trayecto que hizo el sospechoso, su presencia en el lugar del hecho y el reconocimiento de una joven, a quien atacó la noche del asesinato de Marco Antonio Jiménez, fueron los elementos de prueba que guiaron al Tribunal de Sentencia 3 de Sucre para condenar a Luis Ángel Joaquín, a 30 años de prisión por asesinato.
El fiscal departamental de Chuquisaca, Mauricio Nava Morales, informó que se recurrió a las grabaciones de cámaras de seguridad que señalaron el recorrido de Luis Ángel, de 30 años de edad, desde que salió de su taller de tatuajes ubicado en calle Abaroa.
De allí caminó por la calle San Alberto y continuó hasta llegar a la Padilla; dobló para seguir hasta la Camargo y de allí se dirigió a la plazuela del mismo nombre, donde –siempre según el registro de las cámaras de seguridad– se acercó a Marco Antonio.
La víctima estaba sentada en un banco y en cuestión de 2 a 3 segundos recibió una puñalada en el tórax, lo que le provocó la muerte.
Las imágenes constituyeron los principales elementos de prueba presentados por el fiscal asignado al caso Mario Durán, dijo Nava Morales.
El presidente del Tribunal de Juicio, Ángel Barrios, agregó que de acuerdo con los testimonios de los policías investigadores, los uniformados tocaron puerta por puerta en las calles mencionadas, para recolectar las imágenes que poseían los vecinos.
En su defensa, el acusado admitió efectivamente que él estaba en el lugar del crimen, pero dijo no ser la persona que atacó al joven, quien estaba descansando en la plazuela luego de haber participado del desfile nocturno del 24 de mayo de 2022.
Otro elemento expuesto por la Fiscalía para demostrar que el acusado era quien cometió el asesinato, fue la declaración de una joven a quien esa noche el agresor agarró del cuello. Ella se encontraba caminando por la avenida Gregorio Donoso. La agredida reconoció a su agresor y distinguió al antisocial por el tatuaje que tenía en el brazo, del cual logró zafarse.
Las imágenes establecieron que esa agresión sucedió después de que Marco Antonio recibió la puñalada. En esa escena, la Fiscalía demostró que el agresor hizo caer un cuchillo y tras recuperarlo rápidamente se fue corriendo.
