Oruro: Otro cortocircuito del Gobierno y la Fiscalía
Un nuevo cortocircuito se produjo entre el Gobierno y la Fiscalía, esta vez en torno a la incautación de más de siete toneladas de cocaína en Pisiga, en la frontera entre Bolivia y Chile. La droga estaba adherida a estructuras de hierro y pretendía ser enviada a Bélgica.
Un nuevo cortocircuito se produjo entre el Gobierno y la Fiscalía, esta vez en torno a la incautación de más de siete toneladas de cocaína en Pisiga, en la frontera entre Bolivia y Chile. La droga estaba adherida a estructuras de hierro y pretendía ser enviada a Bélgica.
Tres hombres fueron enviados a la cárcel con detención preventiva; sin embargo, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, acusó a la Fiscalía de filtrar información que permitió a los dueños de la droga huir del país.
“Lamentablemente, por información que se ha filtrado a través del Ministerio Público a los medios de comunicación, los dueños de esta mercadería han fugado del país”, cuestionó Del Castillo en una conferencia de prensa.
Uno de los propietarios ya habría fugado del país el domingo en horas de la mañana desde la frontera con Brasil y ahora se encuentra “escondido” en los Estados Unidos. Otro de los involucrados dijo que ya estaría “a buen recaudo”.
El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, respondió a Del Castillo y negó que se haya filtrado información porque –argumentó– se informó del caso 36 horas luego del operativo.
Agregó que la incautación de la droga fue pública y de conocimiento de la población de Pisiga, personeros policiales y de la Aduana.