Horror en Santa Cruz por doble feminicidio
Tras confesar, el criminal manifestó que “quería experimentar”
Un doble feminicidio consterna a Santa Cruz y al país. Un sujeto de 23 años de edad quedó aprehendido este lunes, tras admitir haber violentado y matado a dos mujeres, arguyendo razones escalofriantes.
Ambos cuerpos fueron hallados en la vivienda que el feminicida alquiló en el barrio La Morita para vivir y montar una licorería. Los vecinos llamaron a la Policía la noche del domingo por el olor nauseabundo que salía de la casa. Cuando la Policía acudió, la madrugada del lunes, se encontró con Cristian F.C. intentando esconder el cuerpo sin vida de Carla, su última víctima, una mujer de 25 años, según informó a los medios de comunicación el fiscal Daniel Ortuño.
El hombre confesó que había consumido bebidas alcohólicas con Carla hasta que perdió el conocimiento, la vejó y luego le quitó la vida.
Luego, reveló que una semana antes también había matado a otra mujer; solo recordaba que se llamaba Viviana. Después se conoció que tenía 23 años y que era una clienta suya; otros medios como DTV la identificaron como Victoria, extrabajadora del local.
El cuerpo de la primera víctima, enterrado en una habitación, fue hallado tras una excavación, a un metro de profundidad.
“Tomándose en cuenta que presuntamente hubo violencia sexual antes de cometer el hecho, encaja la conducta desplegada por el presunto autor en uno de los verbos rectores del tipo penal calificado como feminicidio”, dijo la autoridad fiscal, aunque precisó que la investigación apenas estaba comenzando.
Lo que más estupor causó fue la revelación de las motivaciones del criminal: “Él manifiesta que les quitó la vida por un ‘deseo’ para saber que se sentía, quería experimentar. Él manifiesta que sentía ese deseo sexual y el mismo para arrebatarles la vida, pero este hecho se investiga”, dijo el fiscal Ortuño.
El examen forense determinó que las víctimas murieron por asfixia mecánica por estrangulación.
DOLOR
Por la tarde, la madre de Carla Patricia Durán negó ante medios televisivos que su hija trabajara en la licorería, pero confirmó que conocía al feminicida y que lo llevó una vez a su casa hace dos meses, señalando que era “un chico bueno”, que les vendía tarjetas telefónicas. Fue presentado como un amigo que terminó quitándole la vida.
Entre lágrimas, pidió justicia para su hija. Carla Patricia estudiaba Ingeniería y trabajaba los sábados y domingos, según refirió su familia.
Voz de alerta
El domingo, vecinos reportaron a la Policía que la vivienda de Cristian F.C. despedía un olor nauseabundo. Uniformados encontraron a este intentando enterrar a su última víctima.