Suplantan cuentas de WhatsApp; no hay ley que proteja a víctimas
Sucre/CORREO DEL SUR
Delincuentes suplantan cuentas de WhatsApp ante la falta de seguridad técnica y exceso de confianza de los usuarios, cuyos números sirven para estafar a otras personas. En el país, no hay una normativa específica que proteja a los consumidores de este servicio.
El experto digital Marcelo Durán dijo a CORREO DEL SUR que la sustitución de cuentas de manera irregular puede darse a través de dos modalidades: 1) Suplantación de identidad y 2) Robo de cuenta.
En el primer caso, los estafadores crean una cuenta nueva de WhatsApp utilizando la foto de perfil de la víctima. Luego, contactan a los amigos de ese usuario, alegando un cambio de número, y solicitan dinero o información personal.
En el segundo caso, considerado “el más peligroso”, según Durán, el estafador solicita a WhatsApp un código de verificación para la cuenta de un usuario; luego, contacta a este haciéndose pasar por un representante oficial de la compañía de mensajería instantánea, o de otra entidad confiable; y, a continuación, lo convence de que le proporcione el código que recibió alegando razones de seguridad o actualización de datos. Con ese código, el estafador toma control de la cuenta de WhatsApp de la víctima.
UN CASO REAL
Con relación a la segunda forma, la de suplantar una identidad, Rodolfo Mérida, docente de las carreras de Derecho y Comunicación Social de la Universidad San Francisco Xavier, contó que fue víctima de suplantación de su número de teléfono, vía WhatsApp, de la siguiente manera:
Un día, una persona se contactó haciéndose pasar por representante de la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo (Gestora) y le solicitó que verificara un código que le había enviado con la finalidad de actualizar sus datos. En el contacto, vio que la foto de perfil tenía el logo de la Gestora y esto le dio confianza para responder lo que le había pedido; es decir, que volviera a escribir el código que le habían enviado y, cumplió devolviendo esa información.
Mérida explicó que con ese código, el desconocido accedió a su cuenta y, a continuación, vía mensaje de texto, empezó a solicitar dinero a sus contactos, incluyendo familiares, colegas y grupos de periodistas y docentes. Afortunadamente, varios de ellos no creyeron y se contactaron con él, llamándole a su otro número de teléfono, para verificar la información. Pero uno de los suyos cayó en la trampa y transfirió Bs 2.000.
Ante lo ocurrido, Mérida presentó una denuncia en la Fiscalía Departamental y, según comentó a este diario, todavía no hay rastros de quién pudo haber sido el suplantador de identidad, pese a que los datos arrojaron que el contacto inicial y el resto de los mensajes se generaron en Santa Cruz.
DÍFICILES DE PERSEGUIR
El experto digital consultado por este periódico explicó que estos casos de estafa son difíciles de perseguir legalmente.
“Si tú le depositas dinero a una persona en un QR (que está) haciéndose pasar por otra persona, eso no es delito porque la banca te va a decir: ‘Señor, usted le ha depositado, usted ha puesto el dinero, no se puede revertir el proceso’”.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
En consecuencia, Durán sugirió que las instituciones trabajen en educación digital, algo que todavía no se hace, y en la precaución que deben tener los usuarios para protegerse de esta clase de estafas.
“Lo que hoy los usuarios necesitan es educación digital para saber cómo conducirse con seguridad. Y eso no significa instalar un antivirus o revisar tu perfil, es cómo tú navegas, es tu actitud ante los contenidos digitales”, agregó.
Asimismo, recomendó que, ante cualquier sospecha de estafa, la persona debe contactarse inmediatamente con WhatsApp y considerar presentar una denuncia ante las autoridades competentes, tal cual hizo Mérida.
RECOMENDACIONES
1. Desconfiar de mensajes o llamadas que soliciten códigos de verificación, incluso si parecen provenir de fuentes oficiales.
2. Verificar la identidad de quien solicita dinero o información sensible a través de otros medios de comunicación.
3. Activar la verificación en dos pasos en WhatsApp para añadir una capa extra de seguridad.
4. Educar a familiares, especialmente adultos mayores y menores de edad, sobre estos riesgos.
A través de las redes sociales se cometen delitos
El uso de las redes sociales en Bolivia no está normado y los más vulnerables son las personas adultas mayores y menores de edad. Sin bien no hay una legislación específica sobre el tema, por lo general, a través de estos medios se cometen delitos de estafa, trata y tráfico de personas, violencia sexual, alertó el juez del Tribunal de Sentencia 3 de Sucre, Christian Arancibia.
Dijo a CORREO DEL SUR que los delitos cibernéticos se convirtieron en una preocupación creciente en la era digital, especialmente aquellos cometidos a través de las redes sociales. Según Arancibia, los principales tipos de delitos que se cometen son de índole patrimonial, estafas, además de los de carácter sexual, la captación de menores de edad, adultos mayores y mujeres.
En ese sentido, dijo que entidades como la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic) y el Servicio General de Identificación Personal (Segip) podrían desempeñar un papel importante en la verificación de la identidad de los usuarios de redes sociales.