Mujer cuestiona detención domiciliaria de su expareja

Una mujer cuestionó el actuar de la justicia en Sucre al calificarla de benevolente con su expareja R. J. Z., que la agredió físicamente y recibió detención domiciliaria, pese a tener antecedentes.

Margarita Orihuela, víctima y denunciante de violencia familiar en contra del padre de su hijo, informó a CORREO DEL SUR que, en una audiencia de medidas cautelares realizada el 19 de julio de 2024, su agresor se benefició con la detención domiciliaria cuando le correspondía la detención preventiva por reincidente. El hombre se había beneficiado con una suspensión condicional del proceso en otra denuncia de violencia familiar planteada por otra víctima.

Orihuela dijo que en la audiencia de julio, el juez de la causa reconoció que estaba siendo tolerante con la medida preventiva que le había otorgado al hombre con la “finalidad de que reconduzca su conducta” por sus hijos.

Aseguró que el hombre comenzó a ejercer violencia en su contra a partir de su embarazo; el hecho más grave sucedió el 17 de junio de 2022 y lo denunció. A partir de entonces, el caso se judicializó y, desde diciembre de 2023, “este señor ha ido hostigándome, amenazándome en mi fuente laboral cuando no había gente”.

“Él, sin miedo a la justicia, sin miedo a las condiciones que el juez le impuso con detención domiciliaria y vigilancia policial, (…) no tuvo miedo, y al cuarto día de la audiencia se robó una volqueta”, acusó Orihuela al aclarar que ese vehículo estaba bajo su custodia por una deuda de otra persona.

La víctima contó que fue a Diprove a poner una denuncia por el robo de la volqueta, pero no fue aceptada y le aconsejaron que la planteara en la Fiscalía. Allí, el fiscal de turno le explicó que este robo debía ser añadido a la demanda actual como un hecho de violencia económica.

Lamentó que, pese a haber demostrado que su agresor violó los riesgos procesales, el recurso de apelación a la detención preventiva salió en su contra. Sostuvo que esta situación genera inseguridad para ella y sus hijas porque se siente amenazada y hostigada, a tal punto que instaló cámaras de seguridad fuera de casa para intentar alejar a su agresor.