Caso Betty: Boris Reyes, taxista: “Fui condenado públicamente”
Cuenta que vivió una pesadilla solo por no precisar dónde dejó a su pasajera en Sucre
“Fui tratado como culpable”, denunció Boris Reyes luego de haber estado detenido durante seis días, señalado con probable autor del crimen de Betty Antezana. Durante ese tiempo vivió con angustia y temor preguntándose permanentemente: “¿Por qué me estaba pasando a mí esto? ¿Por qué me decían que yo la había matado?”.
La mañana del viernes, Boris recobró su libertad y, tras cruzar la puerta del Juzgado 1° de Instrucción en lo Penal, Anticorrupción y de Violencia contra la Mujer de Sucre, se enredó en los brazos de sus familiares, mientras amigos lo aplaudían y celebraban su inocencia, al mismo tiempo que exigían una disculpa de la Fiscalía y la Policía.
Después, todos salieron en marcha por las calles para compartir su alegría y cuestionar el trabajo de las instituciones que llevaron a este taxista y su familia a vivir días de desesperación.
LA INCRIMINACIÓN
Boris Reyes trabaja como taxista desde hace más de diez años en Sucre. Conduce un automóvil de color rojo, antiguo, que la mañana del jueves 23 de enero, a las 11:02, levantó a una pasajera de la calle Sebastián García, según los registros de una cámara de seguridad que difundió la Policía.
Se trataba de Betty Antezana, de 58 años, que estaba en compañía de su esposo, pero este últino no se subió al taxi. El investigador del caso preguntó a Boris dónde había dejado a su pasajera, pero, según se explicó en su momento, el taxista no lo precisó y señaló distintos lugares.
Este elemento fue suficiente para que la Fiscalía lo señalara como sospechoso del crimen de Betty, cuyo cuerpo fue encontrado a la orilla del río Pilcomayo, en inmediaciones del puente Méndez, carretera Sucre-Potosí, el sábado 25 de enero.
Boris, desde que fue aprehendido, el domingo 26 de enero, negó ser responsable del delito que le endilgaban. Afirmó que aquel jueves estuvo todo el día en la ciudad, trabajando, como de costumbre. También pidió a la Policía y a la Fiscalía que revisaran las cámaras para corroborarlo. El martes, lo llevaron a una audiencia de medidas cautelares bajo el cargo de asesinato.
“ME CONFUNDÍ”
El Ministerio Público alegó que Boris fue la última persona que estuvo con Betty y que, al evidenciar contradicciones respecto al lugar donde dejó a la víctima, había que enviarlo a la cárcel San Roque con detención preventiva.
“Sí, me confundí como cualquier otra persona, con la presión, con todo lo que me decían, la presión de los momentos. Yo llevo gente (pasajeros) por todos lados. La confusión de las calles, todo eso simplemente me bloqueó la mente, todo se me confundió. Ese fue mi error para que tal vez piensen y duden de mi persona. Y eso simplemente ha sido para que me den el arresto”, reconoce el taxista.
La jueza Aurora Lazarte, del Juzgado 1° de Instrucción en lo Penal, Anticorrupción y de Violencia contra la Mujer de Sucre, determinó otorgarle detención domiciliaria, arraigo y presentación periódica en la Fiscalía. Fue encerrado en su casa, donde permaneció sin salir hasta la mañana de este viernes, cuando recobró su libertad al haberse evidenciado que, efectivamente, recogió a Betty de la calle Sebastián García y la dejó en la avenida Ostria Gutiérrez, por inmediaciones de la Terminal de Buses.
Después, la mujer abordó un bus con destino a Potosí y nunca más se la vio con vida.
“BALDE DE AGUA FRÍA”
Su hermano, Julio César Reyes, dice que la noticia en la familia cayó “como un balde de agua fría” e inmediatamente “contratamos a la mejor abogada (Mariela Durán)”.
Después, apoyaron a Boris para que “psicológicamente esté bien, tranquilo; más que todo había que darle un poco de serenidad. Había que estabilizarlo emocionalmente”.
“SE HA DESVANECIDO”
“Tuve miedo, temor que me manden allá (a la cárcel) sin uno ser culpable. Y ser culpado por cosas que no he cometido, te pone mal. Realmente, los días que he estado detenido, he estado bien asustado, sin comer, no podía comer. Más era pensando en lo que podía pasar”, cuenta Boris tras recobrar su libertad.
Su abogada defensora corrobora: “Lo he visto bastante mal, no ha comido durante tres días. Cuando lo iba a visitar su familia, la comida estaba ahí, estaba con náuseas”.
Durán narra también que otro episodio preocupante del estado emocional de Boris ocurrió en la audiencia de medidas cautelares, cuando “se ha desvanecido y lo tuvieron que sacar para darle un poco de alcohol, agua, para reanimarlo”.
Señala además que “el daño que se le ha hecho psicológicamente y de manera colateral a la familia íntegra, ha sido muy duro”.
ATAQUES EN REDES SOCIALES
“Por las redes sociales hemos recibido ataques. Mucha gente ha comentado muchas cosas malas de mí. Incluso han puesto mi foto, la foto de mis hijos, sin que yo sea culpable.
Ya todo el mundo decía que yo he asesinado a esa señora”, declara Boris.
Este caso abrió un debate sobre la presunción de inocencia y el impacto de las redes sociales en la justicia. “Fui condenado públicamente antes de que la justicia siquiera revisara las pruebas”, lamenta el taxista, que ahora está abocado a reconstruir su vida y recuperar la confianza de la sociedad.
“Soy taxista, trabajo honestamente y seguiré haciéndolo. Ojalá que nadie más pase por lo que yo pasé”, concluye.
La familia dio con las imágenes que prueban que Boris levantó otro pasajero tras dejar a Betty
Cerca del mediodía del martes 28 de enero, Boris Reyes era declarado probable autor de la muerte de Betty Antezana; aunque, por falta de indicios contundentes, la jueza Aurora Lazarte determinó otorgarle detención domiciliaria. Esa decisión, muy cuestionada por parte de la sociedad, sepultaba las esperanzas de la familia de este taxista, que desde un principio defendió la versión de que él nada tenía que ver con el crimen. Decían que los argumentos que iba a esgrimir la Fiscalía en audiencia carecían de todo tipo de sustento.
Inmediatamente la familia conoció el resultado de la audiencia, se puso en acción para demostrar que Boris mp tenía relación con el asesinato y que la Policía y Fiscalía estaban equivocadas.
“La familia estuvo trabajando 24 horas desde el día en que se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares; es decir, desde el día martes han trabajado de manera exhaustiva para encontrar la verdad”, dice Mariela Durán, abogada del taxista incriminado a un principio.
“Toda la familia, primos, hermanos, toda la familia nos hemos movido para hacer un anillo en Sucre de las rutas posibles que mi hermano pudo haber hecho ese día llevando a la señora Betty, que en paz descanse”, cuenta Julio César Reyes, hermano de Boris Reyes.
EL ANILLO
Tomaron como referencia para cerrar el círculo: El Guereo, San Antonio, avenida de las Américas, Terminal de Buses, Yurac Yurac y Cementerio, y empezaron a buscar las cámaras de seguridad, “casa por casa”.
“Dos, tres días, día y noche recabando en CDs, en flash, en las casas las cámaras que mi hermano pudo cruzar alguna calle”, narra Julio César al indicar que el jueves logran identificar el vehículo de color rojo transitando por la calle Canadá hasta bajar a la avenida Ostria Gutiérrez, donde se queda Betty frente a la Terminal de Buses.
Observaron que Boris continuó su marcha “agarrando otro pasajero” en el mismo lugar que había dejado a Antezana. Después, estas imágenes fueron entregadas a la Policía, afirma Durán.
Boris estaba al tanto de este trabajo y por eso agradece a su familia que “ha hecho un seguimiento totalmente exclusivo, sin horas de trabajo (…). Han hecho un trabajo prácticamente día y noche, tal vez sin dormir”.
Pero él no permaneció tranquilo. “Mi preocupación era en ellos, que por ahí les podía pasar algo, que les podía pasar cualquier cosa”. Julio César dice que fueron alrededor de 20 personas las que hicieron el trabajo de investigación y agradeció a quienes les cooperaron, aunque alguna gente se negó a hacerlo.