Murillo se juega su última carta para no ser deportado al país

Una vez cumplida su condena, la situación del exministro de Gobierno, Arturo Murillo, ahora está en manos de un juez de migración de Estados Unidos, quien definirá su futuro legal. Actualmente, Murillo permanece en un centro de detención para migrantes e intenta jugar su última carta para evitar su traslado a Bolivia. Entre las opciones que se barajan están su extradición, la solicitud de asilo en EEUU o su posible envío a un tercer país.

El exfuncionario del gobierno de Jeanine Áñez abandonó el Centro de Detención Federal de Miami-Florida el 20 de junio tras cumplir 17 meses de una condena de 70 meses por cargos de soborno y conspiración para sobornar a autoridades para la compra de material antidisturbios a una empresa estadounidense.

“Ha sido trasladado de manera preventiva a un centro en el cual se está esperando a que el juez competente, en este caso, el juez de migración sea el competente para que resuelva el tema de su deportación”, informó el procurador general del Estado, Ricardo Condori.

Considerando los antecedentes y procesos que enfrenta Murillo ante la justicia en Bolivia, Condori consideró que podría ser deportado. No obstante, la defensa del exministro podría plantear dos alternativas: una solicitud de asilo o la petición para ser deportado a un tercer país. En ambos casos, Condori dijo que las probabilidades son bajas.

Murillo actualmente se encuentra en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

“Considerando una vez más los antecedentes, es que, si estamos en el primer escenario de que no exista una solicitud de asilo, de que no existiera ningún obstáculo o alguna observación o en su defecto alguna solicitud por parte del señor Murillo, en máximo unas dos semanas ya debería pisar el suelo boliviano”, añadió Condori.

Recordó que el Estado boliviano activó todos los “mecanismos necesarios” para se cumpla su deportación y que cuenta con dos sentencias condenatorias, pero además cuenta con mandamientos de aprehensión.

DOS SEMANAS

El procurador general, Ricardo Condori, estimó que, en caso de no presentarse una solicitud de asilo ni existir ningún obstáculo legal u observación pendiente, el exministro Arturo Murillo podría ser extraditado y pisar suelo boliviano en un plazo máximo de dos semanas.