Quiriza reconoce obra de José Luis San Juan
Es uno de los precursores de la formación técnico humanística en Bolivia

A una hora de Tupiza, con la calidad propia de la zona de los valles, Quiriza rindió ayer un homenaje en vida al empresario agroindustrial José Luis San Juan, con la entrega de un busto moldeado a su figura por su labor que ayudó a formar bachilleres y profesionales técnicos y a evitar la migración de los jóvenes del lugar.
En un especial y emotivo acto, los pobladores de Quiriza, una comunidad que se encuentra a una hora de Tupiza, presentaron ante los hijos de San Juan, José Antonio y Guadalupe, un busto en homenaje a su apoyo constante a la comunidad que se mantiene viva con la presencia de sus niños y jóvenes que no necesitan alejarse de sus familias para estudiar y formarse en algún oficio técnico.
San Juan nació en Tupiza, pero durante su adolescencia pasó varios años en Quiriza, donde comenzó a forjarse como minero haciéndose cargo de la mina de su padre y aunque posteriormente fue con "La Candelaria" con la que se convirtió en el segundo productor de antimonio del mundo. Fue Quiriza el lugar que lo vio nacer como joven empresario y por ende al que ayudó de varias maneras, una de ellas fue la creación de una unidad educativa que permita a los jóvenes formarse en el área humanística como técnica, una tendencia que no termina de implementarse en el país, pero tuvo su nido en obras como ésta.
Sólo alrededor de 70 personas habitan ese poblado dedicado a la producción de ajo y maíz, sin embargo, el plantel estudiantil de la unidad educativa técnico humanística José Luis San Juan García, llega a cerca de 50 alumnos, varios provenientes de comunidades aledañas.
Su impacto en la zona es innegable y evidente, los lugareños lo recuerdan con cariño y mucho agradecimiento porque ayudó a que se cumpla uno de sus deseos más anhelados, tener acceso a la educación en sus tierras.
Y Quiriza no es el único lugar al que equipó o dotó de infraestructura, sino también en las comunidades Salo, Peña Amarilla, Chuquiago, Mochará y la misma Tupiza, que se convirtió en la sede del segundo Instituto Tecnológico de todo el país, luego de que en La Paz se abriera uno, comentaron los invitados del lugar al acto.
Su generosidad lo convierte en una leyenda en vida en Tupiza y las comunidades cercanas.
En el acto de entrega realizado en el frontis de una de las unidades educativas que llevan su nombre, las autoridades locales remarcaron el apoyo de San Juan, al que describieron como “un benefactor inolvidable” y “el hijo predilecto de la provincia Sud Chichas”.
Por motivos de salud, San Juan no estuvo presente pero sus hijos agradecieron el reconocimiento a su padre y el cariño de la gente.
Luego de dedicarse a la minería, San Juan migró a Santa Cruz y se dedicó al negocio del algodón, actualmente, se dedica a la producción de soya.
De acuerdo con datos otorgados por su colaborador en Tupiza, Marcelo Murillo, el empresario José Luis San Juan adquirió la inspiración de ayudar a los demás del ex presidente Gregorio Pacheco, quien dejó en Sucre el Instituto Psiquiátrico que lleva su nombre.
Desde la década de los 70 hasta hoy se estima que San Juan donó unos 9 millones de dólares, ayudando principalmente a que los jóvenes se formen en su tierra y no necesiten migrar a otras ciudades.