Apolo: Víctima de tortura solicita apoyo al Gobierno
Dos hombros dislocados, intensos dolores en la cabeza y la nuca, siete costillas con fisuras, ambas manos con los nervios lacerados y un tumor que avanza galopante es el resultado de las gravísimas torturas sufridas...
Dos hombros dislocados, intensos dolores en la cabeza y la nuca, siete costillas con fisuras, ambas manos con los nervios lacerados y un tumor que avanza galopante es el resultado de las gravísimas torturas sufridas por Juan Bascopé durante tres días seguidos a manos de efectivos militares y policiales cuando fue detenido en julio de 2014.
La ausencia de atención médica adecuada, desde entonces, se ha visto reflejada en su integridad física que, según indica, "ha decaído en un 60%".
La Fiscalía acusa a Bascopé de las muertes de tres efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta y un médico en la comunidad de Miraflores, en Apolo, ocurridas en la intervención policial-militar del 19 de octubre de 2013.
Él fue detenido en su casa de la localidad de Mapiri, en los Yungas de La Paz. Bascopé, recluido en el penal San Pedro, muestra las placas radiográficas que logró hacerse en el Hospital de Clínicas gracias al coraje de su familia que, cada vez que él requiere atención médica debe seguir al juez de Achacachi, donde radica su causa, por más de tres días seguidos para lograr una autorización, y mantenerse en guardia por horas para que los policías del penal hagan efectiva la orden, ya que por lo general "no hay custodio" que lo lleve para los análisis.
Ya va a cumplir tres años en la cárcel y todavía le falta realizarse exámenes. Sus manos y su espalda aún no fueron diagnosticadas. Lleva un tratamiento discontinuo por la incapacidad de comprar los medicamentos que le resultan demasiado caros para su economía. Sólo una ampolla para calmar el dolor cuesta Bs 98, fuera de las medicinas para el tratamiento. La sanidad del penal no le favorece con nada y debe recurrir a la colaboración de algunas instituciones para comprar parte de sus fármacos.
Bascopé pide al Gobierno que le devuelva su salud, que pague los medicamentos y las operaciones que requiere ya que fueron funcionarios del Estado quienes lo dejaron así.
El Instituto de Terapia e Investigación de la Tortura (ITEI) certificó las lesiones y fracturas sufridas por Bascopé. Amnistía Internacional pidió informes sobre la tortura a la Fiscalía General del Estado.