¿Quién es el heroico bombero que rescató el cuerpo de una niña en Caranavi?
Marvel Flores es el bombero voluntario que protagoniza una conmovedora imagen de la tragedia en Caranavi
La imagen de un bombero golpeado por el cansancio y el dolor de tener que llevar consigo el cuerpo de una niña víctima de los deslizamientos en Caranavi conmovió a la población. ¿Pero quién es el hombre que viste el enlodado uniforme y que protagoniza la fotografía?
El diario Opinión publicó hoy la historia del bombero, su nombre es Marvel Flores, tiene 34 años de edad, estudia arquitectura y es un bombero voluntario del grupo “Antofagasta” de la Policía.
El sábado por la mañana le pidieron que se traslade a la zona de los Yungas, donde había ocurrido el mortífero deslizamiento que se cobró 15 vidas, según reportes del Gobierno.
No le dieron mucha información, apenas el lugar de referencia y que hubo un accidente.
Antes de que llegue su grupo, otra brigada que llegó al lugar ya había pedido refuerzos. “Fuimos cuatro personas. Cuando llegamos vimos que el accidente era grande. Eran muchos heridos y ya habían rescatado cinco cuerpos”.
LOS GRITOS QUE NO PUDIERON ALIVIAR
“Se escuchaban gritos, llanto e incluso golpes en algunos autos enterrados. Empezamos a buscar porque había vida. Cavábamos en un lugar, recuperábamos a heridos, pero de inmediato la tierra cubría todo y había que empezar de nuevo”, cuenta el heroico Flores.
“Con el capitán Ramírez encontramos otro herido que estaba en su auto”, pero después de dos horas, ya no hubo sonido alguno debajo de la tierra, indica la nota del diario cochabambino Opinión.
En dos minibuses estaba una familia entera. “Más abajo encontraron a niños. Esperamos que llegue otra cuarta cuerda, pero el deslizamiento seguía y era peligroso, podía tapar los cuerpos. Era más fácil atar el cuerpo a mi espalda y subir con la niña”.
El cuerpo de la niña que rescató no tiene más de ocho años de edad y las labores eran tan complicadas que sólo en ese rescate, el bombero demoró una hora.
“Emocionalmente fue doloroso. Era complicado, muy complicado. En la parte de arriba ya había familiares que la esperaban. Entregué el cuerpo a la Policía que se encarga de llevar a la morgue. La familia estaba ya reconociendo el cuerpo. No supe ni su nombre. La dejé y volví a bajar de inmediato. Debíamos apurarnos porque seguía deslizándose el cerro”.
Recordó que como brigada recuperaron cinco cuerpos. “Estábamos entre oficiales y voluntarios. El teniente Claros, Maydana, el voluntario Zeballos y mi persona”.
El apoyo fue llegando de a poco. Había bomberos de Cochabamba, unos diez, igual de Oruro.
“De un auto hemos sacado a dos familias, pero sólo una señora estaba viva”.
Inicialmente, recibieron la información de que entre los vehículos sepultados estaba un bus. “Era nuestra prioridad porque se supone que como mínimo hay unas 30 personas dentro, pero nunca lo hemos hallado”, recuerda.
Los vehículos eran particulares. Había uno último modelo, dos truffis y otro del que no se sabía qué vehículo era porque estaba convertido en chatarra.
“Abajo, también vi que un auto apareció en el otro lado del río. Estaban dentro ocho personas, seis adultos y dos niños. Los mayores pudieron salir nadando, pero el río se llevó el vehículo con los dos niños dentro”.
EL SEGUNDO DESLIZAMIENTO
Justo antes del segundo deslizamiento del domingo y de evacuar a la última víctima a La Paz. Se disponían a almorzar, a algo más de las cuatro de la tarde. “La señora que servía empezó a gritar: ‘¡Se está cayendo, se está cayendo!’ Vimos cómo el cerro se desmoronaba”.
Los grupos de rescate se activaron otra vez. De ese día se reportó una persona fallecida.
“Había un señor que estaba enterrado hasta el cuello. Apareció a unos 60 a 100 metros debajo de la retroexcavadora. Él no podía moverse. Parecía que la maquinaria pesada se iba a caer sobre él, todo seguía deslizándose. Nos gritaba ‘¡Váyanse, ustedes más van a morir, váyanse!’”, rememora.
Les tomó mucho tiempo pero rescataron al hombre.
De noche y luego de terminada la tarea se dispusieron a cenar y les empezó a caer piedras. “Dejamos los platos y nos pusimos a correr para evacuar. La zona afectada es de unos 10 kilómetros. Está muy inestable”.
Marvel se quedó en el lugar del accidente desde el sábado hasta la madrugada del lunes. Y hoy debía volver.