Tecnología, cocina y cultura, las preferidas de los jóvenes

En Latinoamérica este grupo etario sigue siendo mal pagado y el dilema de las mujeres embarazadas es aún más crítico

Tecnología, cocina y cultura,  las preferidas de los jóvenes Tecnología, cocina y cultura, las preferidas de los jóvenes Foto: Correo del Sur

Mariana Calizaya/CORREO DEL SUR
Sociedad / 09/06/2019 06:37

La gastronomía, la tecnología y la industria cultural son los tres emprendimientos por los que más optan los jóvenes en la actualidad para enfrentar el desempleo juvenil, tres veces mayor al de los adultos en América Latina. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Bolivia solo existe un 8% de jóvenes desocupados, pero los que están ocupados tienen fuentes laborales precarias e informales o frustraron sus expectativas por embarazos prematuros o actitudes discriminatorias.  

“Hay una generación de jóvenes que está preocupada no solo por tener rentabilidad en sus negocios sino por aportar en la sociedad, generar el valor social y aportes positivos al medioambiente y en esos emprendimientos encuentra el área de la gastronomía, que permite todo un impacto de la cadena de valor que va desde la revalorización de los productos nativos como la quinua”, explica el Especialista de Empleo para los Países Andinos de la OIT, Julio Gamero, al señalar la informática y la industria cultural como los otros nuevos espacios laborales a los que apelan los jóvenes.

El desarrollo informático como las startups (empresas emergentes relacionadas con la tecnología) y la creación de aplicaciones móviles, entre otros trabajos, mueven cada vez más a este grupo etario. 

En tercer lugar se ubican las industrias culturales. En los países andinos, la juventud se inserta cada vez más en el teatro, la música y otras artes que antes no tenían mercado. “Ahora pueden vivir del arte porque lo que se requiere no es tanta la inversión de dinero sino la inversión de creatividad y de eso hay una dosis muy importante”, remarca Gamero quien en pasados días estuvo en Sucre durante el Manq’a Tinku (encuentro) de las Escuelas Manq’a.

DESEMPLEO

“En términos generales, persisten efectivamente problemas de inserción laboral, tasas de desempleo, pero la situación, hoy en día, de la desempleabilidad de los jóvenes, es mejor de la que había hace 20 años y podría ser mejor todavía, pero para eso se requiere políticas más activas de mercado laboral”, añade Gamero durante una entrevista con CORREO DEL SUR. 

En la actualidad la mano de obra está mejor calificada que antes. La población que no concluía la educación primaria y secundaria, ahora sí lo hace. Hace dos décadas solo el 20% de la población económicamente activa tenía estudios de bachillerato o básico, ahora es un 30%.

Gamero señaló que el crecimiento económico de los países de la región también permite generar mayores oportunidades de trabajo para los jóvenes, llevando así a presentar tasas más bajas de desempleo porque, además, son países que tienen más trabajo independiente. 

En el caso de Brasil y Argentina por la crisis económica que todavía atraviesan, tienen dificultades no solo para generar trabajo para los jóvenes, sino para toda la población. En países de América Central existe otro tema preocupante, pues hay mayores tasas de jóvenes que ni estudian ni trabajan: los “ninis”. “Es preocupante porque si uno no estudia, no trabaja, no gana experiencia laboral no acumula capital humano. Entonces más adelante ¿cómo va a obtener ingresos?”, enfatiza Gamero.

En este contexto, Bolivia presenta tasas de desempleo “bastante bajas”, pero los problemas del mercado laboral se ven en la calidad de los puestos de trabajo y la informalidad. Este año la desocupación en general, llega al 4,27%, según el Gobierno, aunque en el caso de los jóvenes es del 8%, según la OIT. 

En toda la región, el desempleo es tres veces más que el desempleo de los adultos. Remarcó que las cifras de desempleo en Bolivia no superan los dos dígitos, pues en países como Uruguay y Argentina las tasas de desempleo son mayores al 10%.

SALARIOS

Según los datos de la OIT, Bolivia tiene el mejor salario mínimo (expresado en dólares) más alto luego de Ecuador, le sigue Colombia y en último lugar está Perú. No obstante, subrayó que es necesario analizar qué tanto se cumple el pago de este monto mínimo, ya que no sirve de nada tener un buen monto si es que la población no accederá a él o este  no cumple las necesidades de la canasta familiar. 

La juventud está en desventaja ya que se interponen las variables experiencia laboral y nivel educativo que garantice una buena remuneración. “Los jóvenes pueden tener un buen nivel educativo, pero les falta experiencia laboral. Si se corrigiera experiencia laboral, uno encontraría que incluso en algunas ramas, los jóvenes calificados pueden ganar más que sus pares adultos porque ellos ingresan con conocimiento nuevo, sobre todo en las áreas que la tecnología lo está identificando como los trabajos del futuro porque un joven es un nativo digital”, explicó Gamero.

En resumen, los jóvenes ganan menos que los adultos y las mujeres menos que sus pares varones.

¿CUESTION DE GÉNERO?

De acuerdo con el representante de la OIT, las políticas de promoción del empleo de jóvenes, y en general, deben distinguir la variable de género. La situación de embarazo adolescente explica mayoritariamente por qué las mujeres están en la condición de “ninis” y por qué ven frustradas sus oportunidades de culminar sus estudios y más aun de encontrar trabajo o emprender alguna actividad económica.

Compartió que, según investigaciones de Colombia y Perú, el embarazo, en el contexto actual, acaba penalizando la carrera laboral de las mujeres, retirándolas del mercado laboral y afectando a su trayectoria. “Se requieren políticas que permitan a las mujeres en sus diferentes etapas, tener las mismas oportunidades que los varones”, dijo.

Los estereotipos de género son menos  frecuentes, pero todavía evidentes en las brechas salariales o la ausencia en la toma de decisiones del sector privado. “No es común ver a una mujer de presidenta de un banco”, ejemplificó. 

Para la OIT el rango de juventud es de 15 a 29 años. Aunque en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se puso énfasis en el grupo de 15 a 24 años, incluso con un indicador para que los países reporten cada año la reducción de los “ninis”.

Los "ninis"

En países de América Central existe otro tipo de problema latente, pues hay mayores tasas de jóvenes que ni estudian ni trabajan, mejor conocidos como los “Ninis”.

Calidad e informalidad

Bolivia presenta tasas de desempleo “bastante bajas”, pero los problemas del mercado radican en la calidad de los puestos de trabajo y la informalidad.

Salario mínimo

Según la OIT, Bolivia tiene el salario mínimo más alto después de Ecuador, le sigue Colombia y en último lugar está Perú, pero se desconoce si en efecto se cumple el pago de este indicador.

Desocupación

En 2019 la desocupación, en general, llega al 4,27%, según datos del Gobierno. En el caso de los jóvenes llega al 8%, según la OIT. 

Juventud

Para la OIT el rango de juventud es de 15 a 29 años, mientras que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible se considera de los 15 a los 24 años.

 

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