La migración preocupa a obispos de tres países
Representantes de la Iglesia llaman la atención sobre la crisis desatada por Venezuela

En el VII Encuentro de Triple Frontera, los obispos expresaron su preocupación por la realidad migratoria que vive la región y la situación de vulnerabilidad de los derechos de los migrantes.
"Nos preocupa la compleja dinámica migratoria actual sin precedentes de la región, en particular la crisis migratoria venezolana, que transforma a nuestros países como lugares de origen, tránsito y destino simultáneamente", se lee en el manifiesto elaborado en el encuentro, que se realizó en el departamento de Oruro, desde el 19 de agosto hasta ayer.
"Los obispos identificamos situaciones en que las personas migrantes ven vulnerados sus derechos, convirtiéndolas en víctimas de trata, tráfico, explotación laboral, sexual y otros tipos de abusos, poniendo en riesgo la vida, dignidad e integridad de quienes presentan mayor índice de vulnerabilidad, como son las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes", denunciaron.
Les preocupa que los migrantes no tengan una vida digna, por ejemplo, acceso a la salud, vivienda y alimentación: "Comprobamos con preocupación que se vienen presentando serias dificultades de acceso regular y de asilo a territorios a quienes migran, obligándoles a la irregularidad y al precario acceso a derechos básicos como documentación, salud, vivienda, alimentación, educación, vestimenta y trabajo digno entre otros".
Tras el encuentro, determinaron fortalecer la acción pastoral que promueva la dignidad de las personas en situación de movilidad humana, a través de la comunión y compromiso solidario entre iglesias hermanas, según el portal digital Iglesia Viva.
El VII Encuentro de Obispos y agentes de pastoral de la Triple Frontera de Bolivia, Chile y Perú es una iniciativa que surgió en 2004, en la Diócesis de Tacna (Perú).
Cada dos años se desarrollan espacios que buscan abordar la dinámica de movilidad humana coordinando acciones pastorales en las diócesis que comparten las fronteras.
Participantes
Participaron los obispos y agentes de la Pastoral de Movilidad Humana de las diócesis bolivianas de Oruro-Pisiga, La Paz, El Alto-Desaguadero; las diócesis peruanas de Tacna, Puno y Juliaca y las diócesis chilenas de Arica, Iquique, Calama, Antofagasta y Copiapó.