Iglesia pide solidaridad con los migrantes venezolanos

La Iglesia católica exhortó ayer a orar y ser solidarios con los migrantes que llegan a Bolivia, especialmente con los venezolanos que huyen de la crisis política, económica de su país.

Monseñor Óscar Aparicio, en el marco de la Jornada Nacional del Migrante y Refugiado, dijo que la migración de los venezolanos se constituye en uno de los más duros y lacerantes que se han reportado en los últimos años.

"Esta última migración, que ha sido lacerante y dura, es de los venezolanos, que (los) recibimos en todo el mundo. Este pueblo herido de muerte ha tenido que abandonar su país por la realidad que está viviendo. Tenemos que ser generosos y ser solidarios con los hermanos (venezolanos)", dijo el religioso.

Durante su homilía, también pidió orar por aquellos bolivianos que salieron del país.

Monseñor Aurelio Pesoa, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, también se sumó al pedido. "Hoy miramos a nuestros hermanos migrantes, especialmente venezolanos, que están llegando a nuestros países, por su grave situación", recordó.

Pesoa contó que en el encuentro de Obispos de los Consejos Episcopales Permanentes de Bolivia, Perú y Chile se pudo constatar la dura realidad que viven los venezolanos y señaló que los gobiernos de la región deben analizar políticas públicas para responder al fenómeno migratorio.

"Consideramos que los gobiernos y correspondientes organismos públicos de los Estados involucrados deben analizar y dialogar en profundidad políticas públicas que se han de implementar de manera coordinada para responder al fenómeno migratorio", agregó.

Cada 2 de septiembre, en el país se celebra la Jornada Nacional del Migrante y Refugiado, celebración instituida en 2004 por los obispos de la Iglesia católica de Bolivia.