Costumbre del "Martes de Ch'alla" prevalece con fuerza en Sucre
La capital del país amaneció con el sonido característico de los cohetillos anunciando el ritual que reúne a familias enteras para agradecer y pedir favores a la Pachamama
La costumbre del “Martes de Ch’alla”, en el último día feriado del Carnaval, prevalece con fuerza en Sucre. Familias completas adornan casas, terrenos, negocios, vehículos y otros bienes materiales, como una muestra de agradecimiento y de deseo de prosperidad, dirigiéndose a la Pachamama (Madre Tierra).
Después de varias jornadas de algarabía en las calles —y también de algunos desmanes provocados por integrantes de pandillas en las que hubo excesivo consumo de alcohol, según testimonian videos que circulan en redes sociales—, la capital del país amaneció con el estruendo esporádico de los cohetillos anunciando el popular Martes de Ch’alla.
Ese característico sonido se escuchó desde las primeras horas de la madrugada. Ya se encienden los braseros, en medio de globos, serpentinas, confites y otros artículos que se acompañan con alcohol, vino y cerveza. Todo con la esperanza de tener un buen año.
Para aquella búsqueda de la suerte se apela a la tradicional q’oa (o k’oa, “mesa de ofrenda”), que contiene —con algunas variantes— diferentes materiales como comida, bebida, dulces y otros. Ayer, lunes, los puestos de venta de la calle Ricardo Jaimes Freyre, en Sucre, lucían abarrotados de gente que compraba k’oas listas para esta práctica que, dicho sea de paso, no es exclusiva del Carnaval sino que se practica al menos tres veces al año.
Esta ceremonia, que en algunos lugares incluyen, además de comida y bebida, fetos de camélidos, es propia de la cultura andina.