Trinidad: El cementerio covid tiene más muertos que los reportados
Hay muchos habitantes con síntomas de coronavirus a los que no se les ha tomado pruebas
El departamento de Beni afronta un auténtico drama por la pandemia del covid-19, con un sistema sanitario rebasado, pobladores que presentan los síntomas a los que no se les ha tomado pruebas y un cementerio específico en el que yacen más muertos de los reportados oficialmente.
La región de la Amazonía es la segunda más golpeada por la enfermedad en el país, ya al límite de sus fuerzas por el alto nivel de casos, contagios y decesos a pesar de ser una de las menos pobladas del país con medio millón de habitantes.
UNA FAMILIA CON TRES MUERTOS
La historia de la familia Román Monasterios de Trinidad, la capital beniana que se declaró en emergencia la semana pasada, es la que encarna la tragedia con tres muertos y un par de integrantes que buscan vencer la enfermedad a su modo.
Primero murió Luis Román, un conocido entrenador de fútbol de la ciudad, diez días después falleció su sobrino de 28 años Franz, que integró las menores de la selección de Bolivia, y luego de cinco el padre de este, Belisario, todos por covid-19, contó Yhovi Román.
La mujer dijo que la causa de la muerte de su hermano Luis fue "neumonía aguda", pero supieron que tenía el virus después de su entierro, porque la prueba para detectar la enfermedad recién se la aplicaron tras morir.
"A los diez días se internó mi sobrino. Tampoco no hicieron caso", los médicos no llegaron, no fueron a su casa, "no tuvimos asistencia de las autoridades, con un muerto", lamentó Yhovi.
La semana pasada murió Belisario y tras ello Yhovi notó que su madre y otro familiar tienen síntomas de COVID-19.
"Realmente no sé si tengo o no tengo y mi familia tampoco", mencionó, tras visitar al menos tres centros de salud de su zona donde el personal de salud comentó que hacerse la prueba ya no era necesario.
AUTOMEDICARSE PARA NO MORIR
En Trinidad hay campañas "puerta a puerta" para otorgar medicamentos como la Ivermectina, un antiparasitario autorizado en el país para el coronavirus aunque no está cien por cien testado.
Pero no las realiza personal médico especializado, sino que son "iniciativas desde la sociedad civil", según consta a Édgar Izurieta que trabaja de cerca con organizaciones indígenas.
Izurieta mencionó que algunos médicos, inclusive odontólogos, visitan las casas ofreciendo tratamientos a base de corticoides que supuestamente curan el coronavirus, que son una opción de la gente porque "ha sido rebasado el personal de salud".
La otra alternativa es la medicina tradicional, aseguró Izurieta, que recientemente supo de la muerte de un vecino que presentó los síntomas por COVID-19 y de otras personas de su barrio, "pero ninguno de ellos ha recibido la prueba que le diga que es positivo o negativo".
"Me estoy dedicando a encontrar medicamentos, lo que me han dicho he estado tomando, automedicándome", manifestó por su parte Yhovi, cuya versión coincide con la de Izurieta.
UN CEMENTERIO CON NOMBRE COVID
El cementerio covid, que así lo llaman en Trinidad, está a ocho kilómetros de la ciudad y no es más que una explanada en medio de la vegetación tropical donde se cavan fosas con tractores y se colocan cruces de madera.
"Nos dicen que hay 71 muertos por lo menos, no corresponden con las cruces que uno ve en el cementerio (...), uno puede observar más de 150 cruces, lo que quiere decir que quizás las muertes han sobrepasado la cantidad de pruebas que nos llegan", señaló Izurieta.
El martes pasado falleció un popular cantante de Trinidad y su entierro en aquel sitio fue contradictorio, porque por un lado había funcionarios con medidas de bioseguridad mientras que algunos presentes inclusive lloraron y cantaros sus canciones al lado del ataúd sin tapabocas.
En aquel camposanto improvisado no hay crematorio, no hay nichos y sus límites tan solo están protegidos por estacas articuladas por alambres de púas.