Focos de calor, una preocupación latente en Bolivia a pesar de su disminución
El desastre ecológico de la Chiquitanía sigue siendo un fantasma, pese a las bajas temperaturas
En medio de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, los focos de calor son otra de las preocupaciones latentes en Bolivia, para evitar que vuelva a suceder un gran incendio como el que ocurrió en la Chiquitanía el año pasado.
De enero hasta el 20 de mayo de este año se reportaron 19.114 focos de calor en el país, el 81% en “áreas de uso agropecuario”, según expresó el director de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT), Víctor Hugo Áñez.
De acuerdo con la comparación de las cifras, hay un incremento aproximado del 35 al 40 por ciento de la cantidad de focos de calor registrados en 2019 en este mismo período, señaló Áñez.
Aunque las bajas temperaturas de esta última semana ayudaron considerablemente a bajar estas cifras.
La autoridad comentó que se deben tomar en cuenta algunos factores que inciden en estas cifras, como el adelanto de las actividades del sector productivo, debido a las “alertas climatológicas” que pronostican altas temperaturas y vientos para más adelante.
Otro factor, según el director, es la “inmovilización” o el levantamiento de la pausa ambiental que regía hasta diciembre en Santa Cruz, que continúa para el polígono quemado en 2019, lo que derivó en que muchos fuera de esta área retomen sus actividades.
En Bolivia una práctica común es la quema de vegetación para preparar terrenos de cultivo, que ha sido uno de los factores que desencadenó el incendio en la Chiquitanía, en Santa Cruz, que arrasó con millones de hectáreas y fue considerado como uno de los más graves desastres ecológicos en la última década.
Esta situación ha ido cambiando en esta última semana ya que las bajas temperaturas ayudaron a aplacar los focos de calor.
De acuerdo al último reporte de la ABT, en la semana del 18 al 24 de mayo se registraron 888 focos de calor y una media diaria de 127, que es “menor que el promedio de 2019” y que “representa una reducción del 11 por ciento”.