El Pilcomayo y una problemática que no recibe la debida atención
Instituciones se plantean encarar acciones en busca de mitigar el impacto ambiental

¿Cuál es la realidad de la contaminación del río Pilcomayo? Ni la Gobernación, ni la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales de Chuquisaca (Agamdech), ni Yamparáez, uno de los más afectados por la descarga de residuos mineros, tienen datos actualizados. Lo que sí es evidente y, así lo certifica un habitante ribereño, es que sus aguas siguen contaminadas.
“Hay días en que el agua cambia de color, se vuelve turbia... eso pasa cuando lo largan (los desechos mineros al río). Sigue contaminado el Pilcomayo”, resume Dilmar Serón, habitante de Sotomayor, una comunidad de Yamparáez ubicada en la ribera del río.
Consultado por CORREO DEL SUR al respecto, el alcalde de ese municipio, Alejandro Cabezas, admite desconocer sobre el nivel de contaminación del Pilcomayo, pero supone que esta situación no ha cambiado.
“Yo no tengo todavía información (sobre el tema), pero se sabe que está contaminado por lo que viene de Potosí”, dice de manera escueta a este diario.
Desde la Asamblea Legislativa Departamental (ALD), la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Madre Tierra y Agua, Jhaneth Blanco, informa que está prevista una inspección conjunta con sus pares de Potosí. “Por ahora esperamos una respuesta de los asambleístas de Potosí”, afirma ella, respecto a una posible fecha para la visita al río Pilcomayo.
Blanco no considera tan importante realizar visitas al río Pilcomayo, sino más bien trabajar en políticas públicas que apunten, de manera efectiva, a reducir su contaminación, lo cual se lo debe encarar mancomunadamente con los departamentos de Potosí y Tarija.
Hasta la pasada administración departamental, en Chuquisaca se tomaban muestras en cuatro puntos del cauce del Pilcomayo: Puente Méndez (Yotala), Sotomayor (Yamparáez), Icla y el puente Aumá (Huacareta), tanto en época de lluvias como en época seca.
El actual secretario departamental de Medio Ambiente y Madre Tierra, Jairo Gutiérrez, dice que a mediados de año hicieron una inspección al Pilcomayo y tomaron muestras para realizar una evaluación.
Ahora gestionan una segunda inspección, pero con las comisiones de Medio Ambiente de las asambleas legislativas de Chuquisaca y Potosí.
Una vez se cuente con los resultados de laboratorio del grado de contaminación del Pilcomayo, se buscará corroborar con los monitoreos que tiene la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Río Pilcomayo, agrega la autoridad.
SEGUIMIENTO DE LA AJAM
Por otro lado, Gutiérrez informa que se solicitará el seguimiento de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) a las operaciones mineras y su cumplimiento de las normas ambientales, pues la contaminación del Pilcomayo es generado principalmente por la actividad minera en Potosí.
El presidente de la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales de Chuquisaca (Agamdech) y alcalde de Icla, Ariel Galarza, quien asumió en junio pasado, comenta que si bien este tema todavía no está agendado, considera que la contaminación del Pilcomayo debe tener una respuesta nacional e internacional.
Anuncia que buscará la forma de concretar algunas reuniones para abordarlo por ser muy importante para la familia municipalista del departamento.
COMISIÓN TRINACIONAL
El monitoreo y coordinación del río Pilcomayo se realiza desde la Dirección Ejecutiva de la Comisión Trinacional, cuya sede está en Paraguay.
Esa comisión se constituye en un brazo operativo en el que trabajan técnicos de Argentina, Bolivia y Paraguay para atender los datos hidrométricos y de calidad de agua.
AFECTADOS
Los municipios afectados directamente por el río Pilcomayo son: Yamparáez, Monteagudo, Huacareta, Muyupampa, Yotala, Villa Abecia, Las Carreras, Culpina, Villa Charcas, Incahuasi, Azurduy, Tarvita, San Lucas, Sucre (Distrito 8), Icla, Macharetí y Huacaya
La planta de tratamiento de Sotomayor, un “elefante blanco”
La planta de tratamiento de aguas para riego de la comunidad de Sotomayor, en el municipio de Yamparáez, es considerada por los habitantes del lugar como un “elefante blanco”.
“Este proyecto millonario está como elefante blanco, no tiene funcionamiento”, dice Dilmar Serón, poblador de Sotomayor y uno de los promotores para que esta obra cumpla su misión.
“Lamentablemente tiene fallas y la comunidad también no la ha valorado, pero en eso estoy, quiero hacerla funcionar, falta (recursos) para hacer mantenimiento, ahora mismo las plantas se han crecido ahí adentro”, remarca Serón.
Esta planta fue uno de los proyectos más importantes que ejecutó la Comisión Trinacional en Chuquisaca sobre la ribera del río Pilcomayo hace 13 años.
La comunidad de Sotomayor es productora de hortalizas y riega sus cultivos con las aguas del Pilcomayo, exponiéndose a la contaminación debido a la descarga de residuos mineros.
Fue ante la gravedad de esta situación que la Comisión Trinacional vio la necesidad de implementar una planta de abatimiento de metales pesados para dar una solución integral y recuperar el uso del recurso natural con fines esenciales y productivos.
Esta obra, de 252.983 euros (285 mil dólares), fue entregada en 2008 y hasta la fecha no genera ningún beneficio a los pobladores de Sotomayor.
La planta de tratamiento no pudo funcionar porque se detectaron fallas técnicas; entre ellas, la elevada altura de los accesos a la planta con respecto al nivel del río. En 2018, la Alcaldía de Yamparáez intentó subsanar esta falencia instalando dos bombas de impulsión, pero no tuvo éxito.