Arzobispo cruceño critica que no se vea al dengue como un "problema serio" y exige más trabajo
"Los niños siguen sufriendo y muriendo, las familias siguen preocupadas y personas mayores también están sufriendo y perdiendo la vida”, dijo el monseñor René Leigue
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, pidió este domingo trabajar más en la lucha contra el dengue porque los niños y algunas personas están muriendo, como el sacerdote Rolando Franco Cuellar que falleció víctima de esa enfermedad en la población de Santa Rosa del Sara en el departamento de Santa Cruz.
“Estamos todavía en estos lamentos de la enfermedad del dengue y ¿qué se hace por eso? Las autoridades llamadas a hacer algo pareciera que no lo están viendo como un problema serio y grave y, sin embargo, los niños siguen sufriendo y muriendo, las familias siguen preocupadas y personas mayores también están sufriendo y perdiendo la vida”, dijo Leigue en su homilía dominical.
Indicó que por eso como Iglesia vienen insistiendo para que de verdad se trabaje en serio, aunque dijo que “a lo mejor sí se está haciendo algo, pero falta más todavía; esperemos que se siga buscando dar salud y dar vida”.
En su homilía también invitó a los católicos a que, en este segundo domingo de Cuaresma, busquen la transformación de nuestra realidad y sigan luchando por tener vida y una vida mejor.
“A esto nos llama el Señor, a cambiar algo que está mal y esperemos que la próxima semana estemos hablando de otras cosas, pero si no hacemos nada vamos a seguir lamentándonos de esta situación”, manifestó.
Pidió escuchar a Jesucristo porque es el único que puede dar palabras de vida nueva y tener una palabra de esperanza y para ello, es necesario escucharlo, comentó.
“Dios Padre nos dice, éste es mi hijo amado, escúchenlo. Si lo escucháramos a él, yo creo que hiciéramos las cosas mejor e hiciéramos las cosas diferentes porque no nos miraríamos solo a nosotros, miraríamos al otro como una persona que merece realmente lo mejor”, expresó en su mensaje.
Exhortó a los bolivianos a confiar en Jesús para tener buenos resultados para la vida, para la familia y para nuestra sociedad, lo cual se logra saliendo del confort en que vivimos a fin de ver la realidad y buscar la transfiguración que tanto se necesita.