La extraña personalidad del padre ‘Tuco’ Gausset

Unos lo recuerdan aún por su carácter jovial; otros dicen que también era muy agresivo

MISA. Una de las pocas imágenes de Gausset en Sucre, del 24 de agosto de 2002. MISA. Una de las pocas imágenes de Gausset en Sucre, del 24 de agosto de 2002. Foto: Archivo

Sucre/CORREO DEL SUR
Sociedad / 09/05/2023 03:09

Antonio Gausset, el padre “Tuco”, tras su paso durante tres décadas por Sucre, dejó buenos y malos recuerdos en mucha gente. A los dos días de su muerte, acaecida en Cochabamba el 24 de agosto de 2010, una publicación de CORREO DEL SUR registraba las palabras de un jesuita que compartió con él y que lo tenía como un “hombre dinámico, amigo ejemplar, de contagiante alegría y testimonio de vida”.

En el otro lado de la balanza, algunos de sus exalumnos y también personas que lo conocieron de cerca aseguran que tenía un carácter desconcertante –a veces bonachón; otras, agresivo– y que organizaba reuniones en las que se consumían bebidas alcohólicas, con la participación de estudiantes. De él se sabía que en esas ocasiones tomaba, generalmente, whisky.

El exjesuita Pedro Lima dijo este lunes, en entrevista exclusiva con este diario, que a veces llegaba a la comunidad, en Sucre, de madrugada, luego de esas fiestas. También que coaccionaba a los jesuitas en formación para que bebiesen con él, bajo amenaza de denunciarlos “por anticomunitario”. Era como reprobar una materia, según Lima, quien asegura haber sido expulsado de la Compañía de Jesús tras denunciar ante sus superiores casos de abusos sexuales en la orden religiosa.

Hay un testimonio que se repite entre quienes conocieron al padre Tuco. Dicen que solía invitar a sus jóvenes alumnos a jugar cacho y a compartir bebidas alcohólicas: Si él perdía, pagaba en efectivo; si ganaba, los perdedores debían raparse.

Por entonces, ya era un hombre mayor y estaba inválido. Se había abierto a la sociedad sucrense y, como le gustaba hacer amigos, empezó a relacionarse, principalmente, con familias de la clase alta; también con políticos. Era alguien preparado, con un bagaje cultural amplio que destacaba en sus sermones por su gran capacidad de oratoria.

Años más tarde, apareció con un bastón y después, en silla de ruedas y asistido por dos muchachos jóvenes, dicen que pagados por él. “Era un hombre de recursos, se sabía que provenía de una familia acomodada de Cataluña”, afirma otra fuente de este periódico. Circulaba en una vagoneta acondicionada para su discapacidad, con puerta corrediza, al mando de un chofer (uno de sus asistentes, que eran humildes, del área rural, y llevaban el corte Firpo: rapados en toda la cabeza menos en la parte superior).

No a todos extrañó la denuncia de abusos en su contra.

En el colegio del Sagrado Corazón, “a algunos chicos les invitaba chocolates y les decía que lo busquen; algunos lo odiaban a muerte”, agrega la misma fuente.

“LOS GOLPEABA”

Solía saludar efusivamente y mostraba una conducta afable, que no hacía sospechar de nada de lo negativo que se dice hoy de él. Trece años después de su muerte, y tras la denuncia de Lima publicada el domingo en el diario El País, sale a la luz una personalidad tornadiza de Gausset, que al parecer alcanzaba límites –para muchos– insospechados.

En al menos tres oportunidades, en dos de ellas durante sendas horas cívicas, Gausset las emprendió a golpes contra alumnos del mencionado colegio. Fue en la década del 70, cuando él tenía algo más de 30 años, y lo hizo delante de todos. “Los golpeaba y a la media hora los llamaba a su despacho y se arrodillaba para pedirles perdón, llorando”, revelan también a CORREO DEL SUR. Lo saben estudiantes de los cursos involucrados y lo supieron sus padres, que al tercer acto de violencia se reunieron y lograron que el padre Tuco fuera destinado a otra institución.

“Llegó en el año 1973, cuando el colegio era una comunidad más pequeña, ‘familiar’. Lo que llamaba la atención era su forma distinta de vestir: vino de terno y corbata. Hasta ese momento, los sacerdotes jesuitas usaban el cuello blanco; él rompió ese esquema. Al poco tiempo le dieron el cargo de Prefecto de Disciplina, inmediatamente inferior al de Director, y empezó a dar a conocer su carácter violento: tenía una personalidad variable”, enfatiza la fuente de este diario, alguien que compartió con él en aquel tiempo. Aclara que no le consta que Gausset hubiera estado involucrado en algún tipo de agresión sexual.

Según una Ordenanza del Concejo Municipal de Sucre, Antonio Gausset empezó su labor como profesor el año 1968 en los colegios del Sagrado Corazón y Nacional Junín. Fue Director de Radio Loyola, Supervisor en el Distrito Escolar de Chuquisaca, Director Departamental de Educación de Chuquisaca y se jubiló como Director Departamental de las escuelas Fe y Alegría.

Fue dos veces condecorado

Según la Gaceta Municipal de Sucre, Antonio “Tuco” Gausset Capdevila fue condecorado dos veces por el Concejo Municipal, en 1992 y en 2004.

La Ordenanza Municipal 038/92 refleja que el 10 de junio de 1992, el jesuita español recibió la máxima distinción que confiere el Gobierno municipal: “Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre”, en “mérito a la labor humanitaria realizada por la juventud y ciudadanía chuquisaqueña”.

Se la fundamentó en “la gran calidad humana encarnada en el hombre, en el maestro y el sacerdote, así como su gran espíritu altruista (que) supieron valorar los distintos hechos de la vida diaria, motivo por el cual volcó toda una vida para dedicarla exclusivamente a la atención y servicio de las colectividades y proyectos de carácter social y de asistencia”.

Por otra parte, mediante la Ordenanza Municipal 014/04, el Concejo Municipal de Sucre le confirió la condecoración “Heroína Juana Azurduy de Padilla” en el grado de honor cívico, “en mérito a la labor humanitaria realizada por la juventud y ciudadanía chuquisaqueña”. Eso pasó el 16 de febrero de 2004.

Jesuitas a Pedro Lima: Formalice sus denuncias

La Compañía de Jesús en Bolivia pidió este lunes a Pedro Lima Salazar, exintegrante de esa orden, que formalice ante la Fiscalía sus denuncias de un supuesto encubrimiento en el caso de los presuntos abusos sexuales perpetrados por el español Alfonso Pedrajas y otros dos sacerdotes ya fallecidos.

La institución se refirió en un comunicado a las denuncias hechas por Lima, “antiguo novicio” jesuita, ante la prensa local “sobre un presunto encubrimiento del caso Pedrajas y acerca de los abusos que habrían cometido otros dos sacerdotes ya fallecidos”. Pidió “que cuanto antes pueda formalizar las mismas ante la Fiscalía” y “los canales creados por la Compañía” para recibir estas denuncias. “Lima contará con toda nuestra escucha y colaboración, al igual que cualquier otra persona que desee hacer denuncias”, señaló.

También recordó que tiene habilitado un correo electrónico en el que ofrece “acompañamiento con profesionales en psicología, con absoluta confidencialidad, y apoyo en la formalización de la denuncia en las instancias correspondientes”.

Ratificó que continúan “colaborando” con la Fiscalía en la tramitación de la denuncia presentada por su provincial, Bernardo Mercado, para que se investigue el caso de Pedrajas, “autor confeso del delito de pederastia” y a los posibles responsables de encubrir sus abusos, que les “horrorizan y avergüenzan”.

Reiteró a las víctimas que comparte y comprende “su dolor, rabia, impotencia y frustración” y expresó solidaridad con quienes “por tantos años han cargado con esta aflicción sin recibir la atención y justicia integral que merecían”. “Por ello debemos pedir perdón. Pero de nada serviría reconocerlo si no actuamos ahora a la altura de las circunstancias, como lo estamos haciendo con total firmeza, bajo la consigna de tolerancia cero ante los abusos a menores y personas vulnerables”, concluye su comunicado.

Exalumnos piden no opacar la labor de jesuitas

La Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús de Sucre condenó los abusos sexuales cometidos por el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas y expresó su solidaridad con las víctimas, además de destacar el trabajo de la Compañía de Jesús.

“Los actos de este individuo han dañado personas, familias y a toda la comunidad ignaciana”, señala la parte inicial del pronunciamiento publicado el pasado domingo.

Los exestudiantes también expresaron su respeto y agradecimiento al colegio del Sagrado Corazón y a la Compañía de Jesús “por la formación académica, los valores y la espiritualidad” y pidieron que este hecho no opaque la labor de la orden religiosa.

“Deseamos que este hecho atroz no opaque la inmensa labor de bien realizada por las obras de la Compañía y sus integrantes por más de cuatrocientos años en el mundo”, dice el documento.

Yuri Sattori, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, reforzó este lunes el comunicado en un contacto con los medios de comunicación.

“Primero, nos solidarizamos con las víctimas, con los compañeros del colegio Juan XXII y segundo, pedimos que se esclarezcan estos casos y sean sancionados como manda la ley”, indicó.

Afirmó que en el colegio del Sagrado Corazón de Jesús no conocieron de este tipo de casos, pero “sabíamos que podían aparecer o pueden aparecer nuevos casos”.

“Así como ha aparecido este caso, todos los que salgan a la luz deben ser investigados y sancionados”, enfatizó Sattori.

Finalmente, dijo que no se debe dañar la labor ni la imagen de la Compañía de Jesús por delitos que se cometen individualmente. “Como exalumnos, sabemos que este es un hecho de una persona y no por toda una institución”, sentenció.

Etiquetas:
  • Cochabamba
  • Antonio Gausset
  • Antonio Gausset Capdevila
  • Compartir:

    También le puede interesar


    Lo más leido

    1
    2
    3
    4
    5
    1
    2
    3
    4
    5
    Suplementos


      ECOS


      Péndulo Político


      Mi Doctor