La cruda realidad de la “Barbie boliviana”: Su familia vive en extrema pobreza y requiere ayuda
Sus padres, muy pocas veces se han dado el “lujo” de comprar algún juguete para sus hijos, y también se ven obligados a vender golosinas en las calles
Hace tres semanas, Valeriana junto a sus cinco hijos llegó a la ciudad de Cochabamba desde la provincia Alonso Ibáñez, del norte de Potosí, con la esperanza y la ilusión de ganar un poco de dinero para mejorar la calidad de vida de sus retoños de 14, 12, 9, 8 y 7 años.
Su última hija se llama Jimena y, hace poco, su imagen posando en la recreación de la caja de Barbie se hizo viral y por esa imagen se ganó el apodo de “Barbie boliviana”.
Esa “fama” fue inesperada para la familia de la pequeña, sobre todo para Valeriana, la mamá que aún no cree toda la notoriedad que ha logrado su niña en pocos días. Cuenta emocionada que Jimena recibió muñecas, un vestido del diseñador Galo Sánchez, además de una bicicleta y una visita al cine para ver la película de Barbie.
Relata a la ANF que desde que llegaron de su comunidad, donde viven en una pequeña habitación con sus cinco hijos Adolfo, Zulma, Claudia, Ayde y Jimena, nunca se le pasó visitar un cine o comprar una bicicleta por su limitada capacidad económica, ya que su pareja y padre de sus retoños trabaja como ayudante de albañil eventual y lo poco que gana lo utilizan para alimentar a la familia.
Muy pocas veces se han dado el “lujo” de comprar algún juguete para sus hijos y ellos también se ven obligados a ayudar vendiendo golosinas en las calles. Sobre todo, en vacaciones, cuando viajan a las “grandes ciudades” para ofrecer sus chicles, dulces, papas fritas y algunas veces manzanilla y limón.
“Venimos a vender por temporadas, en vacaciones”, dice Valeriana, al revelar que a veces tiene días buenos y malos. Cuando les va bien pueden comer un almuerzo sustancioso después del mediodía y si no alcanzan a vender sus productos, tiene que esperar hasta muy tarde para llevarse un bocado.
En su comunidad se dedicaban a la agricultura, pero las heladas y sequías les obligaron a salir a las ciudades en busca de mejores oportunidades para sus hijos. Valeriana dice que el sueño más grande que tiene es ver profesionales a todos sus hijos y que en futuro vivan en las mejores condiciones.
“Quiero que me apoyen para que mis hijos estudien, toditos. Ellos van a la escuela, no quiero que dejen, a veces falta plata, pero su educación siempre para mí será importante”, afirma.
En pocos días volverán a su comunidad para que sus hijos continúen con las labores educativas. Si bien, dice estar agradecida por el cariño con su pequeña Jimena, pide ayuda a las autoridades.
Para cualquier apoyo con la familia de la “Barbie boliviana”, pueden llamar al 68548619.