Sequía en Bolivia: 85% de los municipios están afectados
En Sucre, en la pasada semana se reportó una preocupante disminución de más del 50% del caudal de Cajamarca
La sequía en Bolivia es una crisis sin precedentes que afecta a 290 municipios de siete departamentos del país, es decir, el 85% de los municipios están afectados por la falta de agua y la situación es especialmente grave en el occidente boliviano.
Según datos del Viceministerio de Defensa Civil, los departamentos afectados por la sequía son La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Chuquisaca, Tarija y Potosí. En estas regiones, los niveles de agua en ríos, represas y acuíferos han disminuido significativamente, lo que ha provocado una escasez de agua para el consumo humano, la agricultura y la ganadería. No obstante, al margen del informe oficial, otros reportes dan cuenta que solo Pando no está afectado por la sequía.
Las autoridades de las regiones afectadas han pedido al Gobierno central que restrinja el uso del agua a los sectores mineros y priorice el consumo de los ciudadanos. También han sugerido que, a futuro, las cooperativas tomen medidas preventivas, como la reutilización de agua.
En Chuquisaca, varios municipios se han visto afectados por la sequía. En Yamparáez, Padilla, Villa Serrano y Camargo, las autoridades han decidido racionar el agua debido a la disminución de los niveles de los ríos y acuíferos. En Sucre, la capital del departamento, el caudal del río Cajamarca, que abastece al 10% de la ciudad, ha disminuido más del 50% en la última semana.
En Potosí, la situación es aún más crítica y esta semana se empezará a racionar el consumo de agua en toda la ciudad. Las represas que abastecen a la Villa Imperial están casi vacías, por lo que desde el 15 de septiembre, el servicio de agua potable se reducirá a día por medio.
Las autoridades han declarado la situación de desastre para acelerar la intervención del Gobierno central.
El fenómeno de El Niño, que está afectando a Bolivia, es una de las causas de la sequía. Este fenómeno natural se caracteriza por temperaturas más altas y lluvias más escasas en el occidente de Bolivia y se espera que se prolongue hasta los primeros meses de 2024.
Los expertos advierten que la sequía en Bolivia podría tener consecuencias devastadoras para el país, como provocar escasez de alimentos, pérdidas económicas y desplazamientos de personas.