Consideran a los autos chutos como herramienta de trabajo

¿Cuántos autos chutos hay en Chuquisaca? La respuesta es difícil de conocer, pero si uno pregunta a la gente de cualquier municipio será “hartos”, lo que confirma que la presencia de estos vehículos se ha normalizado, hace ya varios años, en el departamento.

Aunque el uso de esta clase de vehículos es habitual en los municipios del área rural y no causan mayor controversia, el viernes 3 de noviembre este tema cobró ribetes de escándalo cuando funcionarios de la Aduana confiscaron dos autos indocumentados que circulaban por la carretera Camargo-Potosí.

La cuestión no quedó ahí. Posteriormente, los afectados, con el apoyo de pobladores de comunidades de San Lucas, intentaron recuperar por la fuerza los motorizados en Camargo, logrando incluso que se suscriba un acta en la que se hacía constar el compromiso de la Aduana de no ejercer control en la región de los Cintis y devolver lo incautado.

“NO COMETEN DELITOS”

La realidad es que autoridades y vecinos se acostumbraron a convivir con los autos chutos. Al respecto, el alcalde de Villa Abecia y presidente de la Mancomunidad de Municipios de los Cintis, Armando Cruz, admite que “cada municipio tiene su propia organización para los vehículos indocumentados” y que estos motorizados son reconocidos como una herramienta de trabajo particular, no para el transporte de pasajeros, aunque en los hechos también se le da este uso en comunidades donde no hay este servicio con motorizados legales.

“Siempre vamos a estar en contra con estos vehículos, si se incumple la ley. Pero también hay que ponernos de lado de la persona del campo que antes utilizaba animales cargueros para el transporte de sus productos y ahora han sido reemplazados por movilidades y muchos de ellos son vehículos indocumentados. No están cometiendo delitos”, sostiene Cruz.

El Decreto Supremo 29836, promulgado el 3 de diciembre de 2008, prohíbe el ingreso de vehículos con más de cinco años de antigüedad. Por lo general, los coches chutos tienen una mayor antigüedad a ese límite y por eso los internan de contrabando.

Sin embargo, el riesgo de que esta clase de vehículos sean confiscados siempre está latente, más aún si son ubicados en las rutas nacionales donde las posibilidades de reacción en grupo para defender sus pertenencias –como ocurrió en San Lucas– son menores, señalaron personas consultadas por CORREO DEL SUR.

En este punto, hay que aclarar que, prácticamente, la Aduana no ingresa a los territorios donde abundan los autos chutos.

“Eso no significa que vengan los del COA (Control Operativo Aduanero, y confisquen los chutos), la población ya está organizada y tienen todas las facultades de defender sus recursos económicos”, matiza el Alcalde de Villa Abecia.

Carlos Cruz, vecino y maestro de la comunidad de Padcoyo, recuerda que el 3 de noviembre, la confiscación de los vehículos chutos se produjo cuando trabajadores de una microempresa de limpieza de la carretera asfaltada se dirigían en sus motorizados a desempeñar sus tareas diarias sin transportar a otros pasajeros. “Es un hecho excepcional, no circulan, no hay autos chutos que vayan a Camargo y a Potosí. De ninguna manera”, enfatiza. 

En coincidencia con el Alcalde de Villa Abecia, el maestro de Padcoyo afirma que “las familias humildes necesitan para trabajo, es una herramienta de trabajo, no para transportar pasajeros”.

APOYO 

“Ya saben que no están pagando impuestos, que no son legalmente establecidos, pero hay que apoyarles; al final, son nuestra gente, trabajan en la producción y quitarles un auto es una inversión grande que han hecho cada una de estas personas”, dice el alcalde de Villa Abecia y presidente de la Mancomunidad de Municipios de la región de los Cintis, Armando Cruz. 

No tiene servicio legal y, entonces, apelan a “chutos”

En el área rural, el servicio de transporte con vehículos legales solo abarca rutas de mayor movimiento de pasajeros, pero no ocurre lo mismo donde la demanda es escasa y esto obliga a la gente recurrir a los autos chutos, relata Gabriel Cruz, comunicador social y vecino del municipio de Tarvita.

La oferta de este servicio funciona a partir de la necesidad de los miembros de una comunidad de movilizarse hasta un centro poblado con la finalidad de sacar sus productos para la venta y de abastecer su canasta familiar, además de adquirir materiales de escritorio para la educación de sus hijos, entre otros motivos.

Estos requerimientos hacen que algún vecino que tenga su vehículo indocumentado lo ponga a disposición del resto de las personas para transportarlas, con la seguridad de que tendrá pasajeros de ida y vuelta.

NO TIENEN SOAT

Este tipo de transporte entraña riesgos importantes en cuanto a responsabilidades económicas, en caso de protagonizar un accidente, pues los chutos no cuentan con Seguro Obligatoria contra Accidentes de Tránsito (SOAT).

En los últimos años se han registrado varios accidentes de tránsito de vehículos chutos en los municipios de San Lucas, Villa Charcas e Incahuasi. Ocurrieron en caminos sinuosos y, en algunos casos, con un alto número de pasajeros muertos y heridos, cuyos familiares, en general, no han recibido ninguna compensación económica debido a que los propietarios de los motorizados eran campesinos de bajos recursos.

Contrasentido: Ilegales vs. legales

El abastecimiento de combustible para vehículos chutos está prohibido, pero no es difícil. Los propietarios recurren a los surtidores con tachos, amparados en una disposición de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que autoriza la venta de diésel o gasolina hasta un máximo de 120 litros por persona al mes.

Cuando alguien llega a ese límite, generalmente recurre a otra persona para que le haga el favor de comprar más y, de esa manera, nunca se queda sin carburantes. 

Esta situación fue confirmada el pasado jueves por el director distrital de la ANH Chuquisaca, Esteban Llanos, quien se refirió a un caso de incautación por compra ilegal de combustible: “Estaban retirando por debajo de 120 litros y con diferentes carnets de identidad”.

OBSERVACIÓN PROPIA

CORREO DEL SUR observó que, antes de comprar diésel o gasolina para autos chutos, sus propietarios estacionan los vehículos a menos de 10 metros de los surtidores, compran el combustible presentando su carnet de identidad y una fotocopia del mismo y, posteriormente, lo vacían a su tanque.

En contrapartida, si un vehículo legal no tiene la roseta del B-Sisa de la ANH, no podrá cargar combustible, por más que el propietario alegue que el registro está en el sistema.

Las placas clonadas o “hechizas”

La presencia de autos chutos está generalizada en el área rural de Chuquisaca. Jorge Aramayo, vecino de Monteagudo, cree que el 50% de los vehículos que circulan en ese municipio, incluida el área de la ciudad intermedia, son ilegales, y que ese estado de tenencia se camufla con el uso de placas clonadas o “hechizas”.

Empero, Aramayo hace notar que los sindicatos o asociaciones de transporte en el área urbana y rural ejercen control para que los dueños de esta clase de motorizados no brinden el servicio de traslado de pasajeros.

Desde Padilla, el periodista Reynaldo Zelaya, de Radio Centro, confirma que hay “hartos” vehículos chutos y que estos sirven para el uso particular en actividades agrícolas, pero también para transportar pasajeros desde y hacia comunidades que no cuentan con ese servicio. 

En Culpina, el vecino y abogado Hernán Huaquipa corrobora esta situación con un apunte curioso, que es ya parte de una característica muy particular en el tema de la circulación de vehículos indocumentados: La Policía, según Huaquipa, emite multas a los conductores por diferentes infracciones a las normas de tránsito, pero no lo hace con la extensión de boletas valoradas sino a través de arreglos personales. Y una vez pagada la multa, el vehículo chuto, que incluso fue retenido del frontis del Comando Provincial, es devuelto a su propietario.