Después de 37 años, Raphael abraza a su madre biológica

Las emociones se desbordaron cuando este jueves, Raphael Ruoff Menacho se reencontró con su madre biológica, Rucmualda Menacho Mancilla, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, después de 37 años. 

La semana pasada, el joven llegó a Sucre de Alemania para buscar a su familia biológica, especialmente a su mamá, de quien tenía varias referencias. En 2022, ya había visitado la capital con la misma intención, pero no tuvo suerte.  

“Para mí es importante saber dónde están mis raíces, de quién tengo mi apariencia y quién me engendró. De quién he heredado mis rasgos y carácter”, señaló el lunes a CORREO DEL SUR a través de un traductor, debido a que solo habla alemán y un poco de inglés.

Raphael, de 37 años, actualmente vive en Sonnenbuhl, Alemania, a donde fue llevado por su familia adoptiva en 1986, cuando tenía un par de meses de nacido.

EL REENCUENTRO

La familia biológica de Raphael se enteró de la búsqueda a través de una nota periodística que publicó este diario, según reveló la madre oriunda de Yotala que reside en Santa Cruz.  

“Tengo un hijo menor que se llama Moisés, él encontró la noticia de CORREO DEL SUR en su celular”, explicó.

El miércoles se contactaron con Raphael e incluso hicieron una videollamada, su primer encuentro.

Tras cerciorarse de que efectivamente Rucmualda o Ronalda –como está en el certificado de nacimiento que tiene como documento referencial– era quien estaba buscando, Raphael viajó a Santa Cruz donde este jueves finalmente se reencontraron en medio de abrazos, besos y lágrimas.

“Me encuentro muy feliz, muy contenta, alegre al verlo a mi hijo después de 37 años. Yo tenía la esperanza de que algún día mi hijo vendría”, dijo emocionada a este periódico Rucmualda, quien vive en la actualidad en Santa Cruz.

“FUE UNA DECISIÓN DIFÍCIL”

Rucmualda solo tuvo “unas semanitas” a Raphael antes de darlo en adopción por falta de dinero. 

“No tenía recursos económicos para tenerme a mi hijo, por eso me decidí, aunque me dolió mucho, pero tuve que hacerlo, porque yo quería lo mejor para él. Como yo era sola, no había quién me ayude, yo estaba de escasos de recursos para criarlo y darle educación, alimento; no tenía posibilidades de tenerlos, así que por eso le di a la señora que quería adoptarlo”, relató.

“Una madre no se desprende de sus hijos así nomás, a uno le duele, pero no tuve otra opción, tuve que ser fuerte para poder desprenderme mi hijo”, remarcó. Rucmualda confiaba en la mujer que adoptó a su hijo y le avisaron donde lo llevarían: “Sabía que tenía mejores posibilidades que yo para criarlo”.     

“SABÍAMOS DE ÉL”

Nohemí, una de las hermanas de Raphael que radica en Estados Unidos, indicó a este medio que ellos sabían que tenían un hermano que había sido dado en adopción.

“Sabíamos que estaba en Alemania porque siempre mi mamá nos comentaba de él, pero no sabíamos dónde vivía exactamente, solo sabíamos que su nombre era Raphael y que vivía en Alemania y basado en eso pudimos deducir que era él”, señaló.

En alguna oportunidad intentó buscarlo por las redes sociales, sin éxito.

Añadió que su madre “sabía que iba a volver algún día por todos los documentos que le dio a su mamá adoptiva”.   

¿Y SU PADRE?

Zara, otra de las hermanas de Raphael, que vive en Sucre, dijo  que su padre, quien supuestamente abandonó a Rucmualda, también desea encontrar al hijo ya que siempre esperó.

“Siempre contaba que nunca llegó a conocer a su hijo, porque cuando se enteró de él ya se lo habían llevado a Alemania”, contó por su parte una de los sobrinas de Raphael.

El hombre, ya de avanzada edad, vive la comunidad de Quila Quila, Distrito 8. 

Antes de embarcarse rumbo a Santa Cruz, Raphael se comprometió a volver la próxima semana a la ciudad, ya que también desea escuchar la versión de su padre y, por supuesto, conocerlo.