Monos araña y tortugas, amenazados en Madidi
Esta situación preocupa a los pobladores; temen consecuencias en un futuro cercano

En esta época del año, el Parque Nacional Madidi se convierte en blanco de cazadores furtivos y traficantes de vida silvestre, quienes se adentran en el espeso bosque para capturar monos araña, también llamados “marimonos”, y tomar huevos de tortuga. Estas personas ingresan particularmente a través del municipio de Ixiamas, del departamento de La Paz, ya que no existe control ni de ingreso ni de salida de las áreas protegidas. Esta situación preocupa a los pobladores, quienes temen consecuencias negativas en un futuro cercano.
Los cazadores ingresan en camionetas, armados con escopetas, con miras a cazar a los monos “más gordos”, para luego comercializar su carne en Rurrenabaque y poblados cercanos, según la denuncia de David Escoba, docente de la carrera de turismo del Instituto Tecnológico Amazónico de Ixiamas e integrante de la Plataforma de Defensa de las Áreas Protegidas de Ixiamas.
“Desde mayo, los marimonos están gordos y es una carne muy apetecida por la región amazónica, entonces, vienen caravanas de (de cazadores en) camionetas y cazan. La Alcaldía no tiene una unidad de medio ambiente o vida silvestre que se encargue de proteger, de registrar, para saber quiénes son, a qué están entrando al municipio, al área protegida, entonces ellos entran y cazan”, denunció Escoba.
El docente ixiameño dijo que las principales víctimas de este delito son las monas madres, y solo quedan las crías, situación que ralentiza la reproducción de la especie, que además está en peligro de extinción.
“Cuando el tiempo está bien, hay harto cazador por todo el monte que hacen una caza selectiva, solo del marimono. En Rurrenabaque cuesta más o menos 200 a 300 bolivianos”, comenta Escoba.
CAZA DE HUEVOS DE TORTUGA
El problema de la caza de huevos de tortuga es igualmente preocuapante. Los cazadores recolectan estos huevos antes de que tengan la oportunidad de incubar, reduciendo drásticamente la cantidad de tortugas que llegan a la adultez. Se llevan entre 30 mil a 40 mil huevos y los venden en Riberalta y otras zonas aledañas a Bs 3 cada uno, indica el docente. Este acto no solo priva al parque de una de sus especies más antiguas, sino que también interfiere con el ciclo de vida natural de las tortugas, alterando la dinámica ecológica de la región.
MÁS PESCA
Además de estas dos especies, reportan que se ha incrementado la pesca de pacú y surubí en el río Madidi, en el Alto Madidi.