El videojuego que explora distintas partes de una Bolivia digitalizada

Recientemente, en la plataforma TikTok han circulado videos que muestran paisajes y tradiciones bolivianas, como la icónica diablada, pero con un toque digital. Estas escenas provienen del videojuego Tom Clancy's Ghost Recon: Wildlands, lanzado en 2017 por la desarrolladora francesa Ubisoft.

La obra generó controversia en su momento por retratar a Bolivia como un “narcoestado”, lo que llevó al entonces ministro de Gobierno, Carlos Romero, a enviar una carta de protesta a Francia. Sin embargo, dejando de lado esa polémica, ¿Vale la pena jugarlo en la actualidad?

En Ghost Recon: Wildlands, Ubisoft recreó un país ficticio inspirado en Bolivia, destacando su riqueza geográfica y cultural. El juego transporta a los jugadores por entornos que van desde las alturas nevadas de los Andes hasta las extensas llanuras salinas y densas junglas amazónicas. Estas transiciones entre ecosistemas reflejan la diversidad natural que caracteriza al país.

Aunque se tomaron licencias creativas para crear este mundo abierto, no faltan elementos que los jugadores han identificado como específicamente bolivianos. Ejemplo de esto es la inclusión de danzas folklóricas como la diablada, que, aunque estilizada, ha llamado la atención por su representación visual y su vínculo cultural con Bolivia.

El juego pone a los jugadores en el rol de un escuadrón de fuerzas especiales estadounidenses con la misión de desmantelar el cártel de drogas “Santa Blanca”. El atractivo principal de Wildlands reside en su jugabilidad: un mundo abierto donde cada misión puede completarse de múltiples maneras. Puedes elegir entre el sigilo, el combate directo o el uso de estrategias tácticas con tu equipo.

A pesar de haber sido lanzado hace más de siete años, mantiene un nivel gráfico destacado. La iluminación, los efectos climáticos y el diseño del entorno ofrecen una experiencia inmersiva.

Si bien no es una representación fiel de Bolivia, sí captura la esencia visual de su diversidad natural y cultural, lo que lo convierte en un título interesante para quienes buscan aventuras en un escenario inspirado en la belleza del país.