Cargar diésel y gasolina se ha vuelto una odisea
Los cisterneros advierten que no saldrán del país para traer combustibles

Pese a los constantes llamados a la calma por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), abastecerse de combustible se ha convertido en una verdadera odisea en Sucre y en otras ciudades del país. Desde hace una semana, no solo los transportistas enfrentan largas filas, sino también los propietarios de vehículos particulares, que deben esperar durante horas para acceder a gasolina.
Ese panorama tiende a agudizarse a partir de este miércoles, porque los cisterneros que importan combustibles de otros países anunciaron que dejarán de enviar sus unidades al exterior, como protesta porque la estatal YPFB no ha dado solución a su pedido de incremento de los fletes.
EN SUCRE
En la capital, para cargar combustible, los propietarios de vehículos particulares han venido esperando aproximadamente una hora, en medio de bocinazos, discusiones con conductores que intentan saltarse la fila y una creciente congestión vehicular.
La situación se complica aún más porque se forman dos filas, una para gasolina y otra para diésel, lo que agrava el caos en los alrededores de los surtidores de la ciudad.
Desde YPFB se asegura que los 250 mil litros de gasolina y similar cantidad de diésel que se distribuyen diariamente entre más de diez surtidores de Sucre son suficientes para garantizar el abastecimiento normal de carburantes. Sin embargo, la realidad contrasta con los informes oficiales.
En las filas se observa una gran cantidad de micros que han dejado de operar por falta de diésel, combustible sin el cual no pueden prestar sus servicios.
Según Roger Carvajal, dirigente del Sindicato de Micros San Cristóbal, actualmente solo el 50% de los vehículos afiliados está prestando su servicio, mientras que el otro 50% permanece paralizado en los surtidores.
Las filas continuaron durante toda la jornada de este martes. Un ejemplo de la magnitud de la espera es que, anoche, la fila para abastecerse en la estación de servicio San Antonio, en la plazuela Huallparrimachi, daba la vuelta hasta el coliseo San José.
EN POTOSÍ
El Potosí reportó que tanto el transporte público como el privado continúan formando largas filas en los surtidores. La situación provoca múltiples quejas por la escasez de carburantes, que persiste a pesar de los comunicados oficiales que aseguran un abastecimiento normal.
Los choferes de micros expresaron su molestia por las filas que deben realizar para abastecerse de diésel, lo que les impide cumplir con normalidad sus rutas y afecta a sus ingresos.
Esto se produce en un contexto de incremento de precios de los productos de la canasta básica familiar. Dirigentes de los micreros señalan que un alto porcentaje de sus afiliados debe dejar de trabajar por formar filas para abastecerse de diésel.
EN EL EJE CENTRAL
Incluso antes que en el sur, las ciudades de Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba empezaron a acusar la falta de diésel y gasolina.
Desde el lunes, las filas de motorizados han generado congestionamientos en calles y avenidas, especialmente en puntos críticos como el quinto anillo de la doble vía a La Guardia, en Santa Cruz; la estación Dragón de Oro, en El Alto, y en la avenida Blanco Galindo, en Cochabamba.
Cisterneros no saldrán del país para traer combustible
Maykol Montaño, dirigente de la Asociación de Cisternas del Oriente, informó que su sector decidió no enviar sus unidades al exterior para realizar labores de importación de combustibles. La medida fue ratificada tras una tercera reunión sectorial convocada ante la emergencia generada por el incremento en los costos de los fletes. Como parte de la protesta, anunciaron la instalación de una vigilia en la ruta que conecta Santa Cruz con Argentina.
Inicialmente se reportó un paro de actividades; sin embargo, se acordó que operarán en territorio nacional, pero no saldrán del país debido a que no pueden hacer frente a los costos que implican las operaciones debido a la escalada del dólar paralelo.
“Se ha decidido que, a partir de mañana (miércoles), no sale ningún camión para importar el producto”, afirmó el ejecutivo en una entrevista con Unitel. Asimismo, lamentó que no haya existido un llamado oportuno por parte de YPFB ni de las autoridades de los ministerios de Economía o Hidrocarburos para atender las demandas del sector. Aunque reconoció que hay una convocatoria para el martes 27 de mayo, Montaño aclaró que no hay inconveniente con ello; sin embargo, subrayó que el verdadero problema radica en que ya no pueden hacer frente a los pagos relacionados con su operación fuera de las fronteras de Bolivia.
Según el dirigente, esta es una responsabilidad que corresponde a YPFB, ya que los miembros de su sector se encargan únicamente del transporte internacional.